Las peluquerías de barrio en Polanco, cincuenta años después

Las peluquerías de barrio en Polanco, cincuenta años después

Un recorrido por algunas de las peluquerías de barrio en Polanco que han resistido el pasar de los años y siguen siendo clásicas.

Tiempo de lectura: 3 minutos

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Las barberías de barrio y los salones de belleza no sólo han servido como un lugar para mantener vivo el ritual del embellecimiento, también han sido recintos donde la comunidad se reúne para el desahogo personal. Los tiempos y las modas cambian, el barrio se transforma, pero algunos permanecen como oasis para las generaciones anteriores.

Curiosa por los lugares que transportan a la infancia, recorrí calle tras calle para descubrir cómo ciertos lugares han sobrevivido en la colonia Polanco después de décadas. Nos encontramos, en especial, con un salón de belleza y una barbería que han visto pasar generaciones por sus asientos, así como modas y estilos, en uno de los barrios más distinguidos de la ciudad. Después de varios
intentos, pudimos platicar con los dueños, que amablemente compartieron su tiempo para contarnos su perspectiva con la experiencia de los años.

Peluquerías de barrio en Polanco, Salón de Belleza Mavis 1.

Salón de Belleza Mavis.

Mavis, siempre Mavis
Sobre la avenida Isaac Newton, en el número 152, está el Salón de Belleza Mavis. Entrar ahí es como cruzar un portal del tiempo. “La verdad no sé cuántos años lleva abierto el salón. Nosotros estamos desde el año 68”, dice la dueña actual —quien, por cierto, no se llama Mavis como uno podría asumir—. “Nunca se ha llamado de otra forma. Así se llama desde que existe.” Este salón antes de pasar a manos de su actual dueña, estuvo 10 años con otra y antes de eso con otra. El nombre de Mavis nunca se quitó de la marquesina.

Del bullicio que suena en Newton casi esquina con Homero, entramos a un espacio que transporta con su estética y olores a un recuerdo real, a ese que remite al cine mexicano. Desde las secadoras profesionales hasta los tubos, todo parece detenido en el tiempo. Pero en vez de hacerme pensar que son cosas viejas o anticuadas, me transmiten que lo bien hechas que están es la razón por la que siguen intactas y en servicio; son parte de un tiempo donde las cosas se hacían para durar, alejadas del usa y tira. En casi cincuenta años, Polanco ha cambiado y este salón de belleza es testigo. “Es otro barrio. Nada que ver a lo que era… Extraño la paz, las calles libres del ambulantaje. Antes era otra cosa mucho más bonita”, dice.

Peluquerías de barrio en Polanco, Salón de Belleza Mavis 2.

Salón de Belleza Mavis.

Mientras que estoy ahí, entra una clienta de toda-la-vida, para hacerse el pedicure. “Yo llevo viviendo acá setenta años. Siempre vengo a hacerme pies y manos.” No pasa de moda hacerse manicure o peinarse.

Pregunto a la dueña si hay alguna moda que le gustaría que volviera y responde que “ninguna. Creo que lo que ya pasó, pasó. Para mí es más bonito lo que está ahora, más natural. Antes eran peinados muy sofisticados, pero aquello ya pasó. Pero quién sabe si vuelvan, lo dudo. Todo puede suceder porque todo va dando vuelta. ¡Nunca se sabe!”.

Con la navaja en mano
En el número 1624 de la calle Homero, después de varios intentos en otras barberías y estéticas de vieja escuela, el señor Gonzalo Fragoso me recibe en el mostrador de su barbería, ubicada en el extremo oeste de Polanco. Se trata de Estética París. Él y su barbería llevan en este negocio 50 años al servicio de los clientes que llegan necesitando un corte, una afeitada, un masaje facial, un manicure o pedicure. Los clientes han sido fieles a pesar de los cambios del barrio y de las modas. Acuden por un buen servicio sin mayor pretensión en un ambiente tradicional.

Las peluquerías de barrio en Polanco, Estética París.

Estética París.

“Todavía tenemos clientes de hace 50 años, gracias a Dios… Y pues aunque ya muchos se fueron de aquí, mudándose para Bosques de las Lomas, Interlomas, Santa Fe, uno que otro aún llega a venir por aquí. Pero también tenemos mucha clientela nueva”, dice.

Gonzalo ya no está en el campo de batalla con la navaja en la mano, pero lleva el negocio junto con sus hermanos. Cuenta cómo empezó y cómo su maestro Manolo Álvarez fue el que trajo desde España el estilo clásico que le enseñó. “¿Cómo ve la moda de ahora?”, pregunto. “A mí no me gustan los cortes de ahora… Pero ¡¿qué hace uno?!”

Hay personas que siguen siendo leales a la Estética París, como Alfredo Ramírez, que lleva trabajando ahí 25 años, siendo parte del equipo del señor Fragoso que —hasta que se pueda— continuará dando el servicio y buen trato a sus clientes como hasta ahora.

“Polanco es un barrio que ha sido parte de mi vida, porque lo recorro con frecuencia en bicicleta y porque he visto cómo las casas que completaban cuadras han ido desapareciendo por nuevos edificios (fenómeno también de otras colonias de esta ciudad)”, dice Gonzalo.

Unos cambios son buenas añadiduras, otros frustrantes desgracias, pero estos negocios han permanecido a pesar del boom de las barberías y de que siempre habrá, mínimo, un salón de belleza por manzana.

Las peluquerías de barrio en Polanco, Estética París 2.

Estética París.

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