Vantage, un nombre para el linaje de coches de altas prestaciones que durante siete décadas han causado emociones y latidos cada vez más profundos en el corazón de sus conductores y de quienes simplemente los han visto pasar. Esta denominación ha sido utilizada por auténticos íconos a lo largo de la historia automotriz.

A partir de 1951, se utiliza la placa de identificación Vantage como una opción de motor de rendimiento para el DB2, con lo que se establece como un modelo en sí mismo. También destaca el Vantage V8 diseñado por William Towns, el V600 Le Mans twin-supercharged y el entrañable Vantage V8.

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El nuevo modelo ha sido el más exitoso en la historia de Aston Martin, aunque la creación de este sucesor representó grandes desafíos. El resultado es un deportivo con una imponente apariencia, un rendimiento impecable y una dinámica muy entretenida. Con una imagen más nítida, un audaz e inconfundible lenguaje de diseño, predomina la pureza de una escultura; un atleta con actitud depredadora. Los voladizos delantero y trasero son mínimos, los costados musculosos y las líneas consecuentes expresan agilidad y estabilidad.

Un vínculo directo con el rendimiento aerodinámico se puede ver en la superficie del auto. Es elegante y equilibrado, cada elemento tiene una razón y un propósito, con lo que deja claro el mensaje de intención deportiva con una mayor eficiencia.

Aston Martin Vantage cuenta con un motor V8 twin-turbo de 4 litros y transmisión automática de 8 velocidades.

El posicionamiento del motor fue colocado lo más bajo posible para que el centro de gravedad fuese más bajo y así mejorar la distribución del peso. La integración del tren de potencia, transmisión, sistemas de suspensión y dirección trabajan en conjunto para ofrecer tres modos de manejo: Sport, Sport Plus y Track.

Así es como este emocionante y atractivo sucesor en la dinastía deportiva de Aston Martin llegó para alcanzar nuevas alturas.