Un manto oscuro cubre la democracia venezolana. Hemos sido testigos de la debacle: el proyecto del chavismo se desmanteló por completo y, en su lugar, se instauró un régimen dictatorial. Nicolás Maduro, hay que decirlo sin reservas, es un dictador muy proclive a la represión que no respeta las instituciones. El caso más reciente son las fraudulentas elecciones que convocó para instalar una Asamblea Nacional Constituyente. Maduro se ha rodeado de un siniestro grupo de cómplices que son acusados de corrupción. Esto ocurre mientras los venezolanos no tienen qué comer ni acceso a los servicios más básicos.

Los civiles que se oponen a la dictadura son reprimidos por la fuerza pública en plena calle. Cientos de venezolanos han perdido la vida mientras ejercían su legítimo derecho a protestar. Los líderes que se atreven a enfrentarse, como Enrique Capriles, Leopoldo López o Antonio Ledezma, son censurados y detenidos. La fiscal general Luisa Ortega, quien denunció las irregularidades del régimen, fue retirada de su cargo y obligada a escapar de su país. Como ella, se calcula que dos millones de venezolanos han huido de la brutalidad del dictador.

Edgar Ramírez, el personaje de portada de esta edición, es uno de ellos. Él es un respetado actor que ha trabajado junto a Robert De Niro, Olivier Assayas y Steven Soderbergh, por mencionar algunos de los grandes nombres del séptimo arte. La carrera de Ramírez va en ascenso y pronto lo veremos en Bright, la mayor apuesta de Netflix para 2017. También protagonizará la serie American Crime Story, en la que hace el papel del diseñador Gianni Versace, al lado de Ricky Martin y Penélope Cruz.

Viajamos a Los Ángeles para entrevistar y retratar a Ramírez. En una extensa conversación con Alejandro Maciel habló sobre su pasión por los viajes, el periodismo —de hecho, es un juicioso lector de Gatopardo—, la moda, la alta relojería y, desde luego, la actuación. También habló sobre Venezuela. Sus amigos y familia han sido víctimas de la creciente inseguridad, por eso el actor sigue, segundo a segundo, lo que ocurre en su país. Además de su carisma e inteligencia, Ramírez es un ícono del estilo, como lo prueban los retratos que le hizo Molly Matalon.

Otro personaje histórico que no pierde vigencia es Francisco Franco. El Generalísimo español mandó a construir, en 1959, el Valle de los Caídos, un monumento en homenaje a los combatientes muertos durante la guerra civil. Más adelante, el enorme mausoleo también se convertiría en su tumba. A su lado están sepultados muchos combatientes del bando republicano. Sus familiares exigen reconocerlos y demandaron al Estado por incumplir con un auto judicial que ordena exhumar sus restos. El reportaje de Sandra Lafuente y las fotografías de Corina Arranz muestran la controversia que se ha desatado alrededor de este último referente del franquismo.

Fernando Romero es la mente detrás de uno de los proyectos arquitectónicos más importantes de las últimas décadas en México. Junto al mítico Norman Foster, serán el equipo encargado de liderar la construcción del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México. Romero ya ha estado a cargo de otras construcciones —como el museo Soumaya—, pero nunca soñó hacer una obra de semejantes proporciones. Isabel Ibáñez hace un perfil, acompañado por retratos de David Franco, de este ambicioso arquitecto.

Por último, la ciudad de Querétaro será escenario, por segunda vez, del Hay Festival. Entre el 7 y el 10 de septiembre visitarán la ciudad escritores, músicos, científicos, periodistas y artistas de todo el mundo. También, a comienzos de año, el festival presentó la lista Bogotá 39-2017, una selección de autores menores de 40 años (de la que tengo el honor de hacer parte). Para celebrar estos dos eventos les pedimos a algunos de los autores escogidos en la lista que nos enviaran una muestra de su trabajo de no ficción. Los fragmentos que publicamos en este especial son cinco maneras diferentes de aproximarse a un continente y una mirada novedosa a la realidad latinoamericana.