Un equipo ingobernable: Kate del Castillo llega a Netflix

Un equipo ingobernable: Kate del Castillo llega a Netflix

Conversamos con Kate del Castillo acerca de “Ingobernable”, thriller político mexicano que se estrena en Netflix el 24 de marzo.

Tiempo de lectura: 4 minutos

Dos poderosas voces del entretenimiento en México se unen para estrenar “Ingobernable”, serie mexicana que llega a la plataforma de streaming Netflix este 24 de marzo. Producido por Epigmenio Ibarra y Verónica Velasco (Capadocia, Infames) y protagonizado por Kate del Castillo (La reina del sur), este show ficcionaliza elementos de la actualidad política mexicana para contar una historia donde la ambición por el poder y el instinto de supervivencia se enfrentan a muerte.

Ingobernable es un thriller político que se enfoca en una de las instituciones más públicas y criticadas del gobierno mexicano: la pareja presidencial. A un país cuyas más recientes primeras damas han sido notorias por escándalos de nepotismo y corrupción, llega Emilia Urquiza (Kate del Castillo), una mujer inteligente, fuerte, marcada por los hechos violentos de su pasado pero que nunca ha dejado de luchar y a quien su propio esposo, el presidente Diego Nava (interpretado por Erik Hayser), se refiere como “la mujer que hizo al presidente”. La súbita y misteriosa muerte de Nava pone a Emilia en el ojo del huracán como principal sospechosa y con ayuda del exconvicto Canek (Alberto Guerra) y del hacker OVNI (Maxi Iglesias) intentará limpiar su nombre y encontrar al verdadero asesino.

Aunque sus protagonistas aseguran que el desarrollo de sus personajes no está inspirado en figuras políticas reales, sí existen elementos del México contemporáneo que nutren la trama de Ingobernable. Epigmenio Ibarra, su productor, es una de las figuras más críticas del sistema político mexicano y a pesar de que él no es el escritor principal ni el director de la serie –esas labores recaen en Natasha Ybarra-Klor, su hija, y Pedro Pablo Ibarra, su hermano, respectivamente–, es clara la influencia de su estilo y postura en el producto final.

“Epigmenio tenía que ser el que hiciera esta serie porque tiene mucho conocimiento de lo que sucede en México, porque tiene una voz, porque es activista y porque es el que mejor hace televisión para este país, ¿no? Es la verdad”, cuenta Kate del Castillo en entrevista con Gatopardo y otros medios de comunicación antes de la premiere de Ingobernable en Miami. “Pero también yo en lo personal no quería que por ser Epigmenio se politizara por completo la historia. Hubo un balance muy importante en los escritores, que fueron muchos. Entendieron muy bien lo que sucede en México, pero [además] queremos cuestionar a la gente. No estamos dando soluciones, pero nos estamos cuestionando cosas. Estamos dándole a todos –no nada más a los mexicanos– armas para pensar y cuestionar”.

Erik Hayser, su co protagonista, también está consciente de la resonancia temática de Ingobernable en el México de hoy. “Me parece un proyecto necesario justamente por estos tiempos que estamos viviendo social, política y económicamente en Latinoamérica”, explica a Gatopardo. “Creo que es una Latinoamérica que está despertando y que está, cada vez, exigiendo más de sus mandatarios. Me parece una historia necesaria en estos tiempos y muy interesante por lo mismo”.

El alcance de Ingobernable en Netflix le da un tinte de responsabilidad particular a las producciones latinoamericanas que se estrenan en una plataforma como ésta, y Hayser ha reflexionado sobre ello. “Me siento muy orgulloso de formar parte de esta historia y contársela al público del mundo para que conozcan no nada más México sino para que entiendan mucho más la esencia y la manera en la que Latinoamérica se mueve”.

Ingobernable es el primer proyecto televisivo mexicano en el que Kate del Castillo participa después de la polémica que la mantiene alejada de este país: su estatus como persona de interés para la Procuraduría General de la República dada su cercanía con el Chapo Guzmán, uno de los capos de la droga más poderosos del mundo que fue recientemente extraditado a los Estados Unidos tras su recaptura en México para enfrentar cargos por crimen organizado y delitos contra la salud. La imposibilidad de Kate del Castillo de pisar su propio país sin ser detenida por las autoridades nutrió parte de su rol como Emilia Urquiza. “No basarme como tal, pero sí te puedo decir lo que se siente estar perseguida, sí puedo saber lo que se siente querer demostrar tu inocencia cuando todos están en contra tuya, y cuando todo pinta que eres culpable y estás sola contra el mundo”, explica. “Entonces esa sensación la tengo y la tiene registrada mi cuerpo”.

“Como ella es fugitiva todo el tiempo, me recordaba mucho a Teresa Mendoza [su personaje en La reina del sur] porque las dos están tratando de sobrevivir”, comenta Kate. “Emilia [lo hace] por probar su inocencia, que para mí también había mucha analogía por lo que he vivido, entonces no tenía que ir a hacer investigación muy lejos. Solo tenía que cerrar los ojos”, ríe.

Más allá del humor, Kate del Castillo es cautelosa con sus acciones –todas sus escenas fueron grabadas en San Diego, California, mientras que para sus apariciones en locación en México tuvo una doble–, pero no le pone un freno a sus palabras. Ella misma dice que no aprende a quedarse callada. “Mira, sabes qué, que ya, es como echarme para atrás ‘Ay, no, sí tienen razón, me voy a quedar callada’. No puedo. De verdad que no lo hago con ninguna intención ni buscando ninguna aprobación. Es que no puedo. Y eso me recuerda mucho a Emilia, ¿no? Son cosas con las que no puedes vivir, entonces si hay algo que de verdad no te deja vivir, ¡haz algo! Y yo no puedo quedarme callada ni me amedrenta nada”.

Como ha hecho a lo largo de su vida y como hace su personaje en Ingobernable, Kate del Castillo no sabe aguantarse las cosas. “Creo que mi único poder, el único poder que tenemos todos como ciudadanos, es levantar la voz. Si nos quedamos callados, más fácil que nos den de patadas. Si nos levantamos y enfrentamos, todo cambia. Es hasta la misma logística en cualquier caso: En mi primer matrimonio había abuso hasta que me levanté y lo enfrenté. Y dije ‘¡Ay! ¡qué güey! ¿cómo no lo hice antes?’. Porque tenemos miedo y el miedo nos paraliza, pero de verdad es la única arma que tenemos nosotros como mexicanos: levantar la voz”, concluye.

Fotografías: Ken Jacques / Cortesía Netflix, León Galán Márquez / Cortesía Netflix

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