Jim Sheridan, el cineasta de cineastas

Jim Sheridan, el cineasta de cineastas

Conversamos con el director, productor y guionista irlandés Jim Sheridan durante el 32º Festival Internacional de Cine en Guadalajara.

Tiempo de lectura: 3 minutos

Jim Sheridan es una industria cinematográfica en sí mismo. El director, guionista y productor fue uno de los invitados especiales del 32º Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG). “Amo el cine mexicano”, dijo el realizador de origen irlandés en entrevista. “Es el mejor del mundo en este momento”. Se dice admirador del trabajo de Alejandro González Iñárritu, Alfonso Cuarón, Guillermo del Toro, Emmanuel Lubezki, Alfonso Arau y Guillermo Arriaga.

Nacido en 1949, Jim Sheridan ha recibido seis nominaciones al Oscar: Dos en 1990 como Mejor Director y Mejor Guión Adaptado por My Left Foot: The Story of Christy Brown (1989), Tres en 1994 como Mejor Película –como productor–, Mejor Director y Mejor Guión Adaptado, por In the Name of the Father (1994); y una en 2004, por Mejor Guión Adaptado por In America (2002).

Sobre moverse entre los tres roles, dice que en todo hay ventajas y desventajas. “Ser guionista significa que el proceso para realizar una película es muy lento. Pasas mucho tiempo escribiendo, y llegas a conocer muy bien el texto, pero redescubres la historia cuando diriges la cinta”. Para él, ser director, escritor y guionista son mundos diferentes. “Tienes que traerla a la vida no sólo de manera mecánica”. Su sugerencia para lograr eso es actuar. “Así entiendes cómo es para las personas que están frente a ti. Darle una oportunidad a la actuación siempre ayuda”.

Cátedra Cortázar con Jim Sheridan

Cátedra Cortázar con Jim Sheridan, presenta el Cónsul General de México en lo Ángeles; durante la edición 32 del Festival Internacional de Cine en Guadalajara. Marzo 11, 2017. Foto © FICG / Magali Espinosa.

Para Jim Sheridan, el mayor reto para un realizador sigue siendo reunir el dinero necesario para el proyecto. “No hay que dejar que el dinero sea neurótico, temeroso o trate de controlar la película”. Sheridan también dice que, si bien las decisiones sobre la película pueden tomarse en grupo en un principio, es imposible hacer películas “en comité”. “Eventualmente recaen en una persona que hace la película después de años de desarrollo, y no puedes quitarle después ese poder. No es así como obtienes una buena película”.

Sheridan dice sentir nostalgia por la forma en que las películas se hacían antes. “Era más fácil y se hacía más dinero. Lo más gracioso es que todos creíamos que esos días nunca terminarían, por eso los extrañamos”. Pese a ello, destaca que con los cambios que han ocurrido en la industria con el paso del tiempo, ahora los cineastas jóvenes tienen un mayor acceso al cine. “Ahora es más fácil hacer una cinta con un presupuesto más bajo”.

“Los medios para hacer cine como un negocio autocrático se terminaron”, asegura Jim Sheridan. “Los estudios solían hacer estrellas y directores, y los directores controlaban todo”. Ahora, para él, ahora sólo ocurre en blockbusters. “El cine se está transformando en algo más, se está yendo a la televisión, porque ahora la televisión estadounidense puede llegarle al mundo entero. Los dramas se están mudando a la televisión, y las grandes películas sin guión se afianzan al cine”.

Cátedra Cortázar con Jim Sheridan

Cátedra Cortázar con Jim Sheridan, presenta el Cónsul General de México en Los Ángeles; durante la edición 32 del Festival Internacional de Cine en Guadalajara. Marzo 11, 2017. Foto © FICG / Magali Espinosa.

Actualmente, Jim Sheridan se encuentra trabajando en una película sobre un escape de prisión, y otra sobre crecer en Dublín. También está interesado en crear algo sobre el batallón de San Patricio y en desarrollar una comedia oscura que incluya al fantasma de Joe Dolan, un cantante de pop irlandés.

Durante el FICG, Sheridan presentó el corto 11th Hour, protagonizado por Salma Hayek. Este filme retrata la hostilidad, la desesperación y la empatía que surgieron después de los eventos del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York. En un pequeño bar de Manhattan, unos policías se muestran hostiles con el personaje de Hayek, quien atiende el bar. Cuando un bombero visiblemente sacudido llega al lugar, el papel de la camarera como centro y soporte de su comunidad queda claro. “Salma es muy honesta. Tiene un alma hermosa y directa”, dice Sheridan. “Para mí, era perfecta para una película que es contra el racismo. Salma logró que se hiciera la película”.

“Creo que el cine puede cambiar a la gente, pero es difícil”, asegura el director, guionista y productor. “Es difícil porque no es inmediato como la televisión, pero la impacto es más duradero”. Sin embargo, destaca el papel que el cine tiene para las minorías. “El cine cuenta sus historias, y así aporta a su identidad porque les permite verse. Es muy importante”, concluye.

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