Ingobernable, la nueva serie de Netflix protagonizada por Kate del Castillo, llega a esta plataforma de streaming el 24 de marzo. Gatopardo conversó con parte del elenco de este show antes de su premiere en Miami. Los actores Maxi Iglesias (Física o química) y Alberto Guerra (Hasta que te conocí) hablaron sobre el trasfondo político de la trama y sobre la importancia de una historia como ésta en el México de hoy.

Producido por Epigmenio Ibarra y Verónica Velasco (Capadocia, Infames), Ingobernable es un thriller político que se enfoca en una de las instituciones más públicas y criticadas del gobierno mexicano: la pareja presidencial. Ante la súbita y misteriosa muerte del presidente Diego Nava (Erik Hayser), la primera dama Emilia Urquiza (Kate del Castillo) es señalada como principal sospechosa. Con ayuda de dos tepiteños, el exconvicto Canek (Alberto Guerra), quien le debe un favor, y el hacker OVNI (Maxi Iglesias), Emilia Urquiza intentará limpiar su nombre y encontrar al verdadero asesino.

Tras huir de la guardia presidencial, Emilia se oculta en el corazón de Tepito, uno de los barrios históricamente más rudos y fuera de la ley de la Ciudad de México. Además, en el México ficcionalizado de Ingobernable, Tepito vive un momento trágico que llena de resentimiento a sus habitantes: la inexplicable desaparición de 39 vecinos a manos de las autoridades. Haciendo eco de la masacre de Ayotzinapa, este elemento resulta central para la narrativa de la presidencia de Nava y probablemente también para la de su muerte.

“Yo creo que éste es un momento muy importante y que eso conlleva una seriedad y una atención que creo que está en toda la temporada, en todos los episodios”, cuenta Maxi Iglesias en entrevista. “En mi caso, por ejemplo, te hablo de mi personaje, OVNI, quien representa un poco esa distensión de lo que se está viviendo simplemente por cómo es él y por las cosas que dice y por lo que tiene en la cabeza. Él realmente no es consciente de la seriedad de lo que conlleva toda la situación de la primera dama. Pero sí condiciona mucho la serie y creo que es uno de los factores para tomar en cuenta: para todos los bandos hay una necesidad de saber la verdad, no solo la de quién mató al presidente, sino la verdad de todo”.

“Si partimos de la base que es ficción, se te olvida un poco que estás hablando del mayor conflicto dentro de la historia de la nación”, agrega Alberto Guerra.

Dado el contenido político de Ingobernable –debido principalmente a la influencia de Epigmenio Ibarra, una de las voces más críticas del sistema político mexicano–, el elenco de esta serie siente una responsabilidad particular hacia su audiencia. “Como actores siempre tenemos esta responsabilidad, tanto si hacemos ficción del espacio estelar como si hablamos de un barrio a las afueras de la ciudad o un grupo marginal, siempre tenemos esa responsabilidad de alguna forma mandar un mensaje a la gente”, comenta Iglesias. “No se nos olvida que somos meros objetos de entretenimiento, pero al mismo tiempo yo siempre voy a optar por personajes que me den la opción y la oportunidad de llamar a la puerta de los sentimientos y emociones de la gente. Y creo que en Ingobernable se da la oportunidad de mandar muchos mensajes y muchos ejemplos de, como ciudadano, a lo que te puedes enfrentar. Tanto a nivel sentimental como miembro de la sociedad”.

Alberto Guerra coincide: “No va a dejar de ser ficción, es una serie escrita por alguien, no es un noticiero. Pero algo muy interesante que tiene Argos, que siempre lo ha tenido, es esta capacidad de construir los mundos y mandar un mensaje, tener una postura. Epigmenio Ibarra tiene una postura como persona en la vida, y ha logrado encontrar ese nicho y ese lugar en donde tiene la capacidad de mandar mensajes que la mayoría de los medios no quieren y no tienen la capacidad, también a veces, de enviarlos”.

Para esta dupla de actores iberoamericanos, Ingobernable fue una manera de entender mejor el temperamento político de México y compararlo con su experiencia en otros países. Esto, sumado al alcance que tendrá la serie gracias a Netflix, los hace repensar su responsabilidad hacia la audiencia. “Como actor es gratificante formar parte de un proyecto que sí tiene un mensaje. No es subliminal, no estamos intentando decirle a la gente que así deberían de ser las cosas. Más bien es: esto pasa a nivel de gobierno, por este tipo de decisiones es que nos mantienen ignorantes, y esto pasa a nivel de pueblo y esto es lo que podría pasar, de repente desde este punto de vista”, agrega Guerra. “Tenemos una responsabilidad también a la hora de hacer medios. Cuando tienes la oportunidad de llegar a tanta gente tienes una responsabilidad social implícita”, concluye.

Fotografías: León Galán Márquez / Cortesía Netflix