Morir por participar en la democracia mexicana
La explicación más común de la violencia contra activistas, periodistas y funcionarios reitera que el responsable es “el narco” o “el crimen organizado”, cuando hay actores privados y públicos que trabajan de la mano con los grupos violentos para lograr sus objetivos: controlar una mina, extender la frontera del aguacate o ganar unas elecciones. La violencia no pone en riesgo al sistema político y económico, en realidad, este la usa como un poderoso recurso.