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León XIV es originario de Estados Unidos pero pasó gran parte de su vida en América Latina.
El papa Francisco logró avances en favor de la igualdad en medio de las inercias conservadoras de la Iglesia. Aún quedan dudas sobre las posturas que impulsará su sucesor.
Eran finales de 2013, el mismo año en que Jorge Mario Bergoglio había asumido el papado como Francisco. Tras largas reuniones y consultas con los Cardenales, se había convocado al Sínodo extraordinario de obispos sobre la familia, bajo el lema “Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización”. Pero quien acaparó la conversación no fue el nuevo papa con su ánimo reformista y su sensibilidad social, sino Krzysztof Charamsa, un sacerdote y teólogo que un día antes del encuentro se declaró públicamente gay.
“Es momento de que la Iglesia abra los ojos y se dé cuenta que ofrecer a los creyentes homosexuales total abstinencia de amor es inhumano”, le dijo al diario italiano Il Corriere della Sera.
Charamsa no era cualquier sacerdote. El teólogo polaco se había desempeñado como secretario de la Comisión Teológica Internacional de la Congregación para la Doctrina de la Fe, una institución dedicada, precisamente, a defender y promover los valores fundacionales del catolicismo. “La elección de declarar algo tan clamoroso en la víspera de la apertura del Sínodo resulta muy grave e irresponsable", dijo entonces Federico Lombardi, portavoz de la Santa Sede.

Charamsa buscaba detonar un debate que la Iglesia ha evitado por décadas, pero fue retirado del cargo aún cuando el papa Francisco había dado señales de ser del ala más “progresista” de la Iglesia. Con el reciente nombramiento de Robert Prevost, ahora nombrado León XIV, al frente del Vaticano, surgen nuevas dudas sobre su postura en el tema del reconocimiento de la diversidad sexual, así como el avance en el acceso de las mujeres a cargos decisivos dentro de la Institución.
Te recomendamos leer la crónica Un rosario de perlas: las cartas del papa Francisco a mi abuela.
“Él (Francisco) tuvo mucha oposición. Este es un papa más joven, de 69 años, y gringo, que también ayuda, pero vivió muchos años en América Latina”, dice la escritora feminista Marta Lamas, “No sé para dónde va a batear, pero los cambios culturales son muy lentos”.
La académica reconoce que el papa Francisco dio algunos pasos en la dirección necesaria para promover la equidad dentro de la Iglesia, pero combatir las ideas que el cristianismo ha heredado a la población no será un trabajo sencillo.
En su más reciente libro ¿Ideología de género? Disputas políticas sobre la diferencia sexual (Taurus, 2025) Lamas relata el caso de Charamsa y sus declaraciones posteriores en las que explica los mecanismos internos que existen en la Iglesia para silenciar a la voces que buscan abordar el tema de la homosexualidad.
“El hace esto públicamente para que eso le sirva a Francisco como palanca para poner el tema a discusión, y decir decir ‘miren, si ya los nuestros están diciéndolo´. Pero no pasa nada. Se sale de la Iglesia para casarse con su novio. Pensó que con Francisco podía lograr algo”, dice Lamas, “Yo llevo 50 y tantos años de activista, y hace 50 años era imposible pensar en las cosas que estamos viendo ahora. Todavía hay mucho que conquistar, que transformar, que resolver. Pero sí veo cambios”.
Aidé García Hernández, directora de la organización Católicas por el derecho a decidir, coincide en la vocación transformadora de Bergoglio.

“Francisco dejó un legado importante al reconocer que la Iglesia tenía una deuda histórica con las mujeres [...] Generó espacios de alto nivel en cargos femeninos, que históricamente habían sido de los hombres [...] Reconoció a las parejas del mismo sexo, dio una señal importante de reconocer y de ser empático con estas luchas de las diversidades sexogenéricas y creo que deja un legado importante de intentar cambiar a una iglesia que durante muchos años había sido una iglesia rígida, patriarcal y misógina”, dice la activista.
Desde 2013, el año en que Charamsa sacudió a la institución, en una visita en Río de Janeiro el Pontífice dijo que “no era nadie para juzgar a las parejas homosexuales”. En octubre de 202a Francisco se pronunció a favor de las uniones civiles entre personas del mismo sexo y aseguró que tenían derecho a “una familia”. Finalmente, en diciembre de 2023 firmó un autorización para que los sacerdotes pudieran bendecir a las parejas del mismo sexo, aunque no necesariamente se les reconocía de forma equitativa al de un matrimonio heterosexual. Las inercias dentro de la institución impidieron que los pronunciamientos fueran aún más claros.
En 2016 Francisco también autorizó a los sacerdotes a ofrecer el perdón a las mujeres que decidieran abortar. Una postura radicalmente distinta a sus antecesores, Ratzinger y Juan Pablo II, quienes habían calificado el aborto como un homicidio.
“Creo que eso generó alguna controversia, porque algunas mujeres decían ´de qué nos van a perdonar´, pero me parece que fue un una señal muy importante para algunas [...] Nosotras creemos que como mujeres de fe, se tiene que reconocer dentro de la Iglesia nuestra capacidad para decidir y que podemos ejercer nuestros derechos sexuales y reproductivos”, dice Aidé García
Pese a los cambios importantes en su discurso, Francisco dijo también que el aborto, así como la eutanasia, eran evidencia de la “cultura del descarte” e incluso comparó la interrupción del embarazo con “contratar a un sicario para resolver un problema”. siempre con una postura oscilante que, en el caso de León XIV aún no es clara.
“Saludamos con esperanza este nombramiento del papa León XIV como nuevo líder de la Iglesia. Pensamos que en este momento de transición es importante que sea un papa que por lo menos en su historial muestre que está al centro, y que puede contribuir al diálogo, generar una inclusión y que impulse de alguna manera una Iglesia abierta, dialogante, que acompañe, que abrace las necesidades de la feligresía”, dice la líder de Católicas por el derecho a decidir.
Te puede interesar leer el fragmento del libro El loco de Dios en el fin del mundo de Javier Cercas
Para Ale Dolores, abogada y periodista que trabajó en la Embajada de México en el Vaticano, aún hay mucho por definirse, pero es claro que León XIV enfrentará el desafío de construir acuerdos y posturas que eviten confrontaciones.

“Estamos en una división de la Iglesia entre los muy tradicionalistas o conservadores y los progresistas que buscan incluir por ejemplo a mujeres en un cónclave, respaldar los matrimonios homosexuales”, dice, “No se le ve mucho a este nuevo Papa que vaya a optar por ellos, va a haber ciertas presiones entre el avance que tuvo el papa Francisco y también cómo se va a equilibrar con este nuevo inicio de pontificado”.
En una entrevista con el portal National Catholic Register, León XIV dijo en octubre de 2023 que la inclusión de las mujeres en el clero no resolvería los problemas de la Iglesia y generaría algunos nuevos. Mientras que en octubre de 2024, durante una Conferencia de Cardinales, dijo que el reconocimiento de los matrimonios del mismo sexo deben considerar el contexto cultura e históriuco de cada país. Solo el paso del tiempo y las transformaciones sociales revelarán, eventualmente, sus posturas.
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El papa Francisco logró avances en favor de la igualdad en medio de las inercias conservadoras de la Iglesia. Aún quedan dudas sobre las posturas que impulsará su sucesor.
Eran finales de 2013, el mismo año en que Jorge Mario Bergoglio había asumido el papado como Francisco. Tras largas reuniones y consultas con los Cardenales, se había convocado al Sínodo extraordinario de obispos sobre la familia, bajo el lema “Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización”. Pero quien acaparó la conversación no fue el nuevo papa con su ánimo reformista y su sensibilidad social, sino Krzysztof Charamsa, un sacerdote y teólogo que un día antes del encuentro se declaró públicamente gay.
“Es momento de que la Iglesia abra los ojos y se dé cuenta que ofrecer a los creyentes homosexuales total abstinencia de amor es inhumano”, le dijo al diario italiano Il Corriere della Sera.
Charamsa no era cualquier sacerdote. El teólogo polaco se había desempeñado como secretario de la Comisión Teológica Internacional de la Congregación para la Doctrina de la Fe, una institución dedicada, precisamente, a defender y promover los valores fundacionales del catolicismo. “La elección de declarar algo tan clamoroso en la víspera de la apertura del Sínodo resulta muy grave e irresponsable", dijo entonces Federico Lombardi, portavoz de la Santa Sede.

Charamsa buscaba detonar un debate que la Iglesia ha evitado por décadas, pero fue retirado del cargo aún cuando el papa Francisco había dado señales de ser del ala más “progresista” de la Iglesia. Con el reciente nombramiento de Robert Prevost, ahora nombrado León XIV, al frente del Vaticano, surgen nuevas dudas sobre su postura en el tema del reconocimiento de la diversidad sexual, así como el avance en el acceso de las mujeres a cargos decisivos dentro de la Institución.
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“Él (Francisco) tuvo mucha oposición. Este es un papa más joven, de 69 años, y gringo, que también ayuda, pero vivió muchos años en América Latina”, dice la escritora feminista Marta Lamas, “No sé para dónde va a batear, pero los cambios culturales son muy lentos”.
La académica reconoce que el papa Francisco dio algunos pasos en la dirección necesaria para promover la equidad dentro de la Iglesia, pero combatir las ideas que el cristianismo ha heredado a la población no será un trabajo sencillo.
En su más reciente libro ¿Ideología de género? Disputas políticas sobre la diferencia sexual (Taurus, 2025) Lamas relata el caso de Charamsa y sus declaraciones posteriores en las que explica los mecanismos internos que existen en la Iglesia para silenciar a la voces que buscan abordar el tema de la homosexualidad.
“El hace esto públicamente para que eso le sirva a Francisco como palanca para poner el tema a discusión, y decir decir ‘miren, si ya los nuestros están diciéndolo´. Pero no pasa nada. Se sale de la Iglesia para casarse con su novio. Pensó que con Francisco podía lograr algo”, dice Lamas, “Yo llevo 50 y tantos años de activista, y hace 50 años era imposible pensar en las cosas que estamos viendo ahora. Todavía hay mucho que conquistar, que transformar, que resolver. Pero sí veo cambios”.
Aidé García Hernández, directora de la organización Católicas por el derecho a decidir, coincide en la vocación transformadora de Bergoglio.

“Francisco dejó un legado importante al reconocer que la Iglesia tenía una deuda histórica con las mujeres [...] Generó espacios de alto nivel en cargos femeninos, que históricamente habían sido de los hombres [...] Reconoció a las parejas del mismo sexo, dio una señal importante de reconocer y de ser empático con estas luchas de las diversidades sexogenéricas y creo que deja un legado importante de intentar cambiar a una iglesia que durante muchos años había sido una iglesia rígida, patriarcal y misógina”, dice la activista.
Desde 2013, el año en que Charamsa sacudió a la institución, en una visita en Río de Janeiro el Pontífice dijo que “no era nadie para juzgar a las parejas homosexuales”. En octubre de 202a Francisco se pronunció a favor de las uniones civiles entre personas del mismo sexo y aseguró que tenían derecho a “una familia”. Finalmente, en diciembre de 2023 firmó un autorización para que los sacerdotes pudieran bendecir a las parejas del mismo sexo, aunque no necesariamente se les reconocía de forma equitativa al de un matrimonio heterosexual. Las inercias dentro de la institución impidieron que los pronunciamientos fueran aún más claros.
En 2016 Francisco también autorizó a los sacerdotes a ofrecer el perdón a las mujeres que decidieran abortar. Una postura radicalmente distinta a sus antecesores, Ratzinger y Juan Pablo II, quienes habían calificado el aborto como un homicidio.
“Creo que eso generó alguna controversia, porque algunas mujeres decían ´de qué nos van a perdonar´, pero me parece que fue un una señal muy importante para algunas [...] Nosotras creemos que como mujeres de fe, se tiene que reconocer dentro de la Iglesia nuestra capacidad para decidir y que podemos ejercer nuestros derechos sexuales y reproductivos”, dice Aidé García
Pese a los cambios importantes en su discurso, Francisco dijo también que el aborto, así como la eutanasia, eran evidencia de la “cultura del descarte” e incluso comparó la interrupción del embarazo con “contratar a un sicario para resolver un problema”. siempre con una postura oscilante que, en el caso de León XIV aún no es clara.
“Saludamos con esperanza este nombramiento del papa León XIV como nuevo líder de la Iglesia. Pensamos que en este momento de transición es importante que sea un papa que por lo menos en su historial muestre que está al centro, y que puede contribuir al diálogo, generar una inclusión y que impulse de alguna manera una Iglesia abierta, dialogante, que acompañe, que abrace las necesidades de la feligresía”, dice la líder de Católicas por el derecho a decidir.
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Para Ale Dolores, abogada y periodista que trabajó en la Embajada de México en el Vaticano, aún hay mucho por definirse, pero es claro que León XIV enfrentará el desafío de construir acuerdos y posturas que eviten confrontaciones.

“Estamos en una división de la Iglesia entre los muy tradicionalistas o conservadores y los progresistas que buscan incluir por ejemplo a mujeres en un cónclave, respaldar los matrimonios homosexuales”, dice, “No se le ve mucho a este nuevo Papa que vaya a optar por ellos, va a haber ciertas presiones entre el avance que tuvo el papa Francisco y también cómo se va a equilibrar con este nuevo inicio de pontificado”.
En una entrevista con el portal National Catholic Register, León XIV dijo en octubre de 2023 que la inclusión de las mujeres en el clero no resolvería los problemas de la Iglesia y generaría algunos nuevos. Mientras que en octubre de 2024, durante una Conferencia de Cardinales, dijo que el reconocimiento de los matrimonios del mismo sexo deben considerar el contexto cultura e históriuco de cada país. Solo el paso del tiempo y las transformaciones sociales revelarán, eventualmente, sus posturas.
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León XIV es originario de Estados Unidos pero pasó gran parte de su vida en América Latina.
El papa Francisco logró avances en favor de la igualdad en medio de las inercias conservadoras de la Iglesia. Aún quedan dudas sobre las posturas que impulsará su sucesor.
Eran finales de 2013, el mismo año en que Jorge Mario Bergoglio había asumido el papado como Francisco. Tras largas reuniones y consultas con los Cardenales, se había convocado al Sínodo extraordinario de obispos sobre la familia, bajo el lema “Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización”. Pero quien acaparó la conversación no fue el nuevo papa con su ánimo reformista y su sensibilidad social, sino Krzysztof Charamsa, un sacerdote y teólogo que un día antes del encuentro se declaró públicamente gay.
“Es momento de que la Iglesia abra los ojos y se dé cuenta que ofrecer a los creyentes homosexuales total abstinencia de amor es inhumano”, le dijo al diario italiano Il Corriere della Sera.
Charamsa no era cualquier sacerdote. El teólogo polaco se había desempeñado como secretario de la Comisión Teológica Internacional de la Congregación para la Doctrina de la Fe, una institución dedicada, precisamente, a defender y promover los valores fundacionales del catolicismo. “La elección de declarar algo tan clamoroso en la víspera de la apertura del Sínodo resulta muy grave e irresponsable", dijo entonces Federico Lombardi, portavoz de la Santa Sede.

Charamsa buscaba detonar un debate que la Iglesia ha evitado por décadas, pero fue retirado del cargo aún cuando el papa Francisco había dado señales de ser del ala más “progresista” de la Iglesia. Con el reciente nombramiento de Robert Prevost, ahora nombrado León XIV, al frente del Vaticano, surgen nuevas dudas sobre su postura en el tema del reconocimiento de la diversidad sexual, así como el avance en el acceso de las mujeres a cargos decisivos dentro de la Institución.
Te recomendamos leer la crónica Un rosario de perlas: las cartas del papa Francisco a mi abuela.
“Él (Francisco) tuvo mucha oposición. Este es un papa más joven, de 69 años, y gringo, que también ayuda, pero vivió muchos años en América Latina”, dice la escritora feminista Marta Lamas, “No sé para dónde va a batear, pero los cambios culturales son muy lentos”.
La académica reconoce que el papa Francisco dio algunos pasos en la dirección necesaria para promover la equidad dentro de la Iglesia, pero combatir las ideas que el cristianismo ha heredado a la población no será un trabajo sencillo.
En su más reciente libro ¿Ideología de género? Disputas políticas sobre la diferencia sexual (Taurus, 2025) Lamas relata el caso de Charamsa y sus declaraciones posteriores en las que explica los mecanismos internos que existen en la Iglesia para silenciar a la voces que buscan abordar el tema de la homosexualidad.
“El hace esto públicamente para que eso le sirva a Francisco como palanca para poner el tema a discusión, y decir decir ‘miren, si ya los nuestros están diciéndolo´. Pero no pasa nada. Se sale de la Iglesia para casarse con su novio. Pensó que con Francisco podía lograr algo”, dice Lamas, “Yo llevo 50 y tantos años de activista, y hace 50 años era imposible pensar en las cosas que estamos viendo ahora. Todavía hay mucho que conquistar, que transformar, que resolver. Pero sí veo cambios”.
Aidé García Hernández, directora de la organización Católicas por el derecho a decidir, coincide en la vocación transformadora de Bergoglio.

“Francisco dejó un legado importante al reconocer que la Iglesia tenía una deuda histórica con las mujeres [...] Generó espacios de alto nivel en cargos femeninos, que históricamente habían sido de los hombres [...] Reconoció a las parejas del mismo sexo, dio una señal importante de reconocer y de ser empático con estas luchas de las diversidades sexogenéricas y creo que deja un legado importante de intentar cambiar a una iglesia que durante muchos años había sido una iglesia rígida, patriarcal y misógina”, dice la activista.
Desde 2013, el año en que Charamsa sacudió a la institución, en una visita en Río de Janeiro el Pontífice dijo que “no era nadie para juzgar a las parejas homosexuales”. En octubre de 202a Francisco se pronunció a favor de las uniones civiles entre personas del mismo sexo y aseguró que tenían derecho a “una familia”. Finalmente, en diciembre de 2023 firmó un autorización para que los sacerdotes pudieran bendecir a las parejas del mismo sexo, aunque no necesariamente se les reconocía de forma equitativa al de un matrimonio heterosexual. Las inercias dentro de la institución impidieron que los pronunciamientos fueran aún más claros.
En 2016 Francisco también autorizó a los sacerdotes a ofrecer el perdón a las mujeres que decidieran abortar. Una postura radicalmente distinta a sus antecesores, Ratzinger y Juan Pablo II, quienes habían calificado el aborto como un homicidio.
“Creo que eso generó alguna controversia, porque algunas mujeres decían ´de qué nos van a perdonar´, pero me parece que fue un una señal muy importante para algunas [...] Nosotras creemos que como mujeres de fe, se tiene que reconocer dentro de la Iglesia nuestra capacidad para decidir y que podemos ejercer nuestros derechos sexuales y reproductivos”, dice Aidé García
Pese a los cambios importantes en su discurso, Francisco dijo también que el aborto, así como la eutanasia, eran evidencia de la “cultura del descarte” e incluso comparó la interrupción del embarazo con “contratar a un sicario para resolver un problema”. siempre con una postura oscilante que, en el caso de León XIV aún no es clara.
“Saludamos con esperanza este nombramiento del papa León XIV como nuevo líder de la Iglesia. Pensamos que en este momento de transición es importante que sea un papa que por lo menos en su historial muestre que está al centro, y que puede contribuir al diálogo, generar una inclusión y que impulse de alguna manera una Iglesia abierta, dialogante, que acompañe, que abrace las necesidades de la feligresía”, dice la líder de Católicas por el derecho a decidir.
Te puede interesar leer el fragmento del libro El loco de Dios en el fin del mundo de Javier Cercas
Para Ale Dolores, abogada y periodista que trabajó en la Embajada de México en el Vaticano, aún hay mucho por definirse, pero es claro que León XIV enfrentará el desafío de construir acuerdos y posturas que eviten confrontaciones.

“Estamos en una división de la Iglesia entre los muy tradicionalistas o conservadores y los progresistas que buscan incluir por ejemplo a mujeres en un cónclave, respaldar los matrimonios homosexuales”, dice, “No se le ve mucho a este nuevo Papa que vaya a optar por ellos, va a haber ciertas presiones entre el avance que tuvo el papa Francisco y también cómo se va a equilibrar con este nuevo inicio de pontificado”.
En una entrevista con el portal National Catholic Register, León XIV dijo en octubre de 2023 que la inclusión de las mujeres en el clero no resolvería los problemas de la Iglesia y generaría algunos nuevos. Mientras que en octubre de 2024, durante una Conferencia de Cardinales, dijo que el reconocimiento de los matrimonios del mismo sexo deben considerar el contexto cultura e históriuco de cada país. Solo el paso del tiempo y las transformaciones sociales revelarán, eventualmente, sus posturas.
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El papa Francisco logró avances en favor de la igualdad en medio de las inercias conservadoras de la Iglesia. Aún quedan dudas sobre las posturas que impulsará su sucesor.
Eran finales de 2013, el mismo año en que Jorge Mario Bergoglio había asumido el papado como Francisco. Tras largas reuniones y consultas con los Cardenales, se había convocado al Sínodo extraordinario de obispos sobre la familia, bajo el lema “Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización”. Pero quien acaparó la conversación no fue el nuevo papa con su ánimo reformista y su sensibilidad social, sino Krzysztof Charamsa, un sacerdote y teólogo que un día antes del encuentro se declaró públicamente gay.
“Es momento de que la Iglesia abra los ojos y se dé cuenta que ofrecer a los creyentes homosexuales total abstinencia de amor es inhumano”, le dijo al diario italiano Il Corriere della Sera.
Charamsa no era cualquier sacerdote. El teólogo polaco se había desempeñado como secretario de la Comisión Teológica Internacional de la Congregación para la Doctrina de la Fe, una institución dedicada, precisamente, a defender y promover los valores fundacionales del catolicismo. “La elección de declarar algo tan clamoroso en la víspera de la apertura del Sínodo resulta muy grave e irresponsable", dijo entonces Federico Lombardi, portavoz de la Santa Sede.

Charamsa buscaba detonar un debate que la Iglesia ha evitado por décadas, pero fue retirado del cargo aún cuando el papa Francisco había dado señales de ser del ala más “progresista” de la Iglesia. Con el reciente nombramiento de Robert Prevost, ahora nombrado León XIV, al frente del Vaticano, surgen nuevas dudas sobre su postura en el tema del reconocimiento de la diversidad sexual, así como el avance en el acceso de las mujeres a cargos decisivos dentro de la Institución.
Te recomendamos leer la crónica Un rosario de perlas: las cartas del papa Francisco a mi abuela.
“Él (Francisco) tuvo mucha oposición. Este es un papa más joven, de 69 años, y gringo, que también ayuda, pero vivió muchos años en América Latina”, dice la escritora feminista Marta Lamas, “No sé para dónde va a batear, pero los cambios culturales son muy lentos”.
La académica reconoce que el papa Francisco dio algunos pasos en la dirección necesaria para promover la equidad dentro de la Iglesia, pero combatir las ideas que el cristianismo ha heredado a la población no será un trabajo sencillo.
En su más reciente libro ¿Ideología de género? Disputas políticas sobre la diferencia sexual (Taurus, 2025) Lamas relata el caso de Charamsa y sus declaraciones posteriores en las que explica los mecanismos internos que existen en la Iglesia para silenciar a la voces que buscan abordar el tema de la homosexualidad.
“El hace esto públicamente para que eso le sirva a Francisco como palanca para poner el tema a discusión, y decir decir ‘miren, si ya los nuestros están diciéndolo´. Pero no pasa nada. Se sale de la Iglesia para casarse con su novio. Pensó que con Francisco podía lograr algo”, dice Lamas, “Yo llevo 50 y tantos años de activista, y hace 50 años era imposible pensar en las cosas que estamos viendo ahora. Todavía hay mucho que conquistar, que transformar, que resolver. Pero sí veo cambios”.
Aidé García Hernández, directora de la organización Católicas por el derecho a decidir, coincide en la vocación transformadora de Bergoglio.

“Francisco dejó un legado importante al reconocer que la Iglesia tenía una deuda histórica con las mujeres [...] Generó espacios de alto nivel en cargos femeninos, que históricamente habían sido de los hombres [...] Reconoció a las parejas del mismo sexo, dio una señal importante de reconocer y de ser empático con estas luchas de las diversidades sexogenéricas y creo que deja un legado importante de intentar cambiar a una iglesia que durante muchos años había sido una iglesia rígida, patriarcal y misógina”, dice la activista.
Desde 2013, el año en que Charamsa sacudió a la institución, en una visita en Río de Janeiro el Pontífice dijo que “no era nadie para juzgar a las parejas homosexuales”. En octubre de 202a Francisco se pronunció a favor de las uniones civiles entre personas del mismo sexo y aseguró que tenían derecho a “una familia”. Finalmente, en diciembre de 2023 firmó un autorización para que los sacerdotes pudieran bendecir a las parejas del mismo sexo, aunque no necesariamente se les reconocía de forma equitativa al de un matrimonio heterosexual. Las inercias dentro de la institución impidieron que los pronunciamientos fueran aún más claros.
En 2016 Francisco también autorizó a los sacerdotes a ofrecer el perdón a las mujeres que decidieran abortar. Una postura radicalmente distinta a sus antecesores, Ratzinger y Juan Pablo II, quienes habían calificado el aborto como un homicidio.
“Creo que eso generó alguna controversia, porque algunas mujeres decían ´de qué nos van a perdonar´, pero me parece que fue un una señal muy importante para algunas [...] Nosotras creemos que como mujeres de fe, se tiene que reconocer dentro de la Iglesia nuestra capacidad para decidir y que podemos ejercer nuestros derechos sexuales y reproductivos”, dice Aidé García
Pese a los cambios importantes en su discurso, Francisco dijo también que el aborto, así como la eutanasia, eran evidencia de la “cultura del descarte” e incluso comparó la interrupción del embarazo con “contratar a un sicario para resolver un problema”. siempre con una postura oscilante que, en el caso de León XIV aún no es clara.
“Saludamos con esperanza este nombramiento del papa León XIV como nuevo líder de la Iglesia. Pensamos que en este momento de transición es importante que sea un papa que por lo menos en su historial muestre que está al centro, y que puede contribuir al diálogo, generar una inclusión y que impulse de alguna manera una Iglesia abierta, dialogante, que acompañe, que abrace las necesidades de la feligresía”, dice la líder de Católicas por el derecho a decidir.
Te puede interesar leer el fragmento del libro El loco de Dios en el fin del mundo de Javier Cercas
Para Ale Dolores, abogada y periodista que trabajó en la Embajada de México en el Vaticano, aún hay mucho por definirse, pero es claro que León XIV enfrentará el desafío de construir acuerdos y posturas que eviten confrontaciones.

“Estamos en una división de la Iglesia entre los muy tradicionalistas o conservadores y los progresistas que buscan incluir por ejemplo a mujeres en un cónclave, respaldar los matrimonios homosexuales”, dice, “No se le ve mucho a este nuevo Papa que vaya a optar por ellos, va a haber ciertas presiones entre el avance que tuvo el papa Francisco y también cómo se va a equilibrar con este nuevo inicio de pontificado”.
En una entrevista con el portal National Catholic Register, León XIV dijo en octubre de 2023 que la inclusión de las mujeres en el clero no resolvería los problemas de la Iglesia y generaría algunos nuevos. Mientras que en octubre de 2024, durante una Conferencia de Cardinales, dijo que el reconocimiento de los matrimonios del mismo sexo deben considerar el contexto cultura e históriuco de cada país. Solo el paso del tiempo y las transformaciones sociales revelarán, eventualmente, sus posturas.
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León XIV es originario de Estados Unidos pero pasó gran parte de su vida en América Latina.
El papa Francisco logró avances en favor de la igualdad en medio de las inercias conservadoras de la Iglesia. Aún quedan dudas sobre las posturas que impulsará su sucesor.
Eran finales de 2013, el mismo año en que Jorge Mario Bergoglio había asumido el papado como Francisco. Tras largas reuniones y consultas con los Cardenales, se había convocado al Sínodo extraordinario de obispos sobre la familia, bajo el lema “Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización”. Pero quien acaparó la conversación no fue el nuevo papa con su ánimo reformista y su sensibilidad social, sino Krzysztof Charamsa, un sacerdote y teólogo que un día antes del encuentro se declaró públicamente gay.
“Es momento de que la Iglesia abra los ojos y se dé cuenta que ofrecer a los creyentes homosexuales total abstinencia de amor es inhumano”, le dijo al diario italiano Il Corriere della Sera.
Charamsa no era cualquier sacerdote. El teólogo polaco se había desempeñado como secretario de la Comisión Teológica Internacional de la Congregación para la Doctrina de la Fe, una institución dedicada, precisamente, a defender y promover los valores fundacionales del catolicismo. “La elección de declarar algo tan clamoroso en la víspera de la apertura del Sínodo resulta muy grave e irresponsable", dijo entonces Federico Lombardi, portavoz de la Santa Sede.

Charamsa buscaba detonar un debate que la Iglesia ha evitado por décadas, pero fue retirado del cargo aún cuando el papa Francisco había dado señales de ser del ala más “progresista” de la Iglesia. Con el reciente nombramiento de Robert Prevost, ahora nombrado León XIV, al frente del Vaticano, surgen nuevas dudas sobre su postura en el tema del reconocimiento de la diversidad sexual, así como el avance en el acceso de las mujeres a cargos decisivos dentro de la Institución.
Te recomendamos leer la crónica Un rosario de perlas: las cartas del papa Francisco a mi abuela.
“Él (Francisco) tuvo mucha oposición. Este es un papa más joven, de 69 años, y gringo, que también ayuda, pero vivió muchos años en América Latina”, dice la escritora feminista Marta Lamas, “No sé para dónde va a batear, pero los cambios culturales son muy lentos”.
La académica reconoce que el papa Francisco dio algunos pasos en la dirección necesaria para promover la equidad dentro de la Iglesia, pero combatir las ideas que el cristianismo ha heredado a la población no será un trabajo sencillo.
En su más reciente libro ¿Ideología de género? Disputas políticas sobre la diferencia sexual (Taurus, 2025) Lamas relata el caso de Charamsa y sus declaraciones posteriores en las que explica los mecanismos internos que existen en la Iglesia para silenciar a la voces que buscan abordar el tema de la homosexualidad.
“El hace esto públicamente para que eso le sirva a Francisco como palanca para poner el tema a discusión, y decir decir ‘miren, si ya los nuestros están diciéndolo´. Pero no pasa nada. Se sale de la Iglesia para casarse con su novio. Pensó que con Francisco podía lograr algo”, dice Lamas, “Yo llevo 50 y tantos años de activista, y hace 50 años era imposible pensar en las cosas que estamos viendo ahora. Todavía hay mucho que conquistar, que transformar, que resolver. Pero sí veo cambios”.
Aidé García Hernández, directora de la organización Católicas por el derecho a decidir, coincide en la vocación transformadora de Bergoglio.

“Francisco dejó un legado importante al reconocer que la Iglesia tenía una deuda histórica con las mujeres [...] Generó espacios de alto nivel en cargos femeninos, que históricamente habían sido de los hombres [...] Reconoció a las parejas del mismo sexo, dio una señal importante de reconocer y de ser empático con estas luchas de las diversidades sexogenéricas y creo que deja un legado importante de intentar cambiar a una iglesia que durante muchos años había sido una iglesia rígida, patriarcal y misógina”, dice la activista.
Desde 2013, el año en que Charamsa sacudió a la institución, en una visita en Río de Janeiro el Pontífice dijo que “no era nadie para juzgar a las parejas homosexuales”. En octubre de 202a Francisco se pronunció a favor de las uniones civiles entre personas del mismo sexo y aseguró que tenían derecho a “una familia”. Finalmente, en diciembre de 2023 firmó un autorización para que los sacerdotes pudieran bendecir a las parejas del mismo sexo, aunque no necesariamente se les reconocía de forma equitativa al de un matrimonio heterosexual. Las inercias dentro de la institución impidieron que los pronunciamientos fueran aún más claros.
En 2016 Francisco también autorizó a los sacerdotes a ofrecer el perdón a las mujeres que decidieran abortar. Una postura radicalmente distinta a sus antecesores, Ratzinger y Juan Pablo II, quienes habían calificado el aborto como un homicidio.
“Creo que eso generó alguna controversia, porque algunas mujeres decían ´de qué nos van a perdonar´, pero me parece que fue un una señal muy importante para algunas [...] Nosotras creemos que como mujeres de fe, se tiene que reconocer dentro de la Iglesia nuestra capacidad para decidir y que podemos ejercer nuestros derechos sexuales y reproductivos”, dice Aidé García
Pese a los cambios importantes en su discurso, Francisco dijo también que el aborto, así como la eutanasia, eran evidencia de la “cultura del descarte” e incluso comparó la interrupción del embarazo con “contratar a un sicario para resolver un problema”. siempre con una postura oscilante que, en el caso de León XIV aún no es clara.
“Saludamos con esperanza este nombramiento del papa León XIV como nuevo líder de la Iglesia. Pensamos que en este momento de transición es importante que sea un papa que por lo menos en su historial muestre que está al centro, y que puede contribuir al diálogo, generar una inclusión y que impulse de alguna manera una Iglesia abierta, dialogante, que acompañe, que abrace las necesidades de la feligresía”, dice la líder de Católicas por el derecho a decidir.
Te puede interesar leer el fragmento del libro El loco de Dios en el fin del mundo de Javier Cercas
Para Ale Dolores, abogada y periodista que trabajó en la Embajada de México en el Vaticano, aún hay mucho por definirse, pero es claro que León XIV enfrentará el desafío de construir acuerdos y posturas que eviten confrontaciones.

“Estamos en una división de la Iglesia entre los muy tradicionalistas o conservadores y los progresistas que buscan incluir por ejemplo a mujeres en un cónclave, respaldar los matrimonios homosexuales”, dice, “No se le ve mucho a este nuevo Papa que vaya a optar por ellos, va a haber ciertas presiones entre el avance que tuvo el papa Francisco y también cómo se va a equilibrar con este nuevo inicio de pontificado”.
En una entrevista con el portal National Catholic Register, León XIV dijo en octubre de 2023 que la inclusión de las mujeres en el clero no resolvería los problemas de la Iglesia y generaría algunos nuevos. Mientras que en octubre de 2024, durante una Conferencia de Cardinales, dijo que el reconocimiento de los matrimonios del mismo sexo deben considerar el contexto cultura e históriuco de cada país. Solo el paso del tiempo y las transformaciones sociales revelarán, eventualmente, sus posturas.
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