Adiós a La Palma de Reforma
Luego de cien años los capitalinos se despidieron de La Palma de Reforma. La gente se tomó fotos con ella, la abrazaron, le llevaron flores, convirtiendo el momento en una célebre postal de la Ciudad de México. Pero lo cierto es que las palmas de la ciudad están enfermando: infectadas por un hongo que acaba con ellas, y afectadas por la temperatura de la ciudad que ha cambiado conforme crece la mancha urbana.