
En 1970 no se lanzó un auto, sino que nació el SUV de lujo definitivo: Range Rover. A 55 años de su lanzamiento, y con cinco generaciones, este vehículo se ha convertido en símbolo de innovación, exclusividad y capacidad dinámica en cualquier tipo de camino. Por eso, a lo largo de su historia ha sido elegido como medio de transporte por la realeza, jefes de Estado y líderes de la industria, la cultura y la creatividad.
Llegar a cualquier sitio desde la idea de lujo mejor lograda: tal es el objetivo, a lo largo de más de cinco décadas. Range Rover ha marcado la línea sobre lo que es el refinamiento en cualquier tipo de camino. Así se convirtió en un símbolo de liderazgo, visión, discreción y distinción. Por su capacidad todoterreno y su bien calibrada interpretación de la opulencia, desde hace 55 años este SUV ha sido elegido por figuras de la realeza, como la misma reina Isabel II, hasta jefes de Estado como el papa Juan Pablo II, además de exitosos empresarios y creadores culturales alrededor del mundo. Y mientras avanza en su historia, el vehículo emblemático ha marcado hitos en la industria automotriz.
Algunos triunfos: Range Rover fue el primero de su categoría en contar con un sistema de tracción en las cuatro ruedas permanente. También fue el primer 4×4 del mundo en contar (1989) con frenos antibloqueo. Esos golpes de innovación y desarrollo son dignos de reconocimiento, pero lo que en verdad resulta fascinante es mirar la historia panorámica, completa, de Range Rover.
El nacimiento de un canon
Range Rover fue creado y diseñado para los líderes, claramente. Charles Spencer “Spen” King, diseñador e ingeniero de este SUV de lujo, quiso dar una vuelta de tuerca más al Land Rover original, nacido a finales de los años cuarenta del siglo pasado. Lo que hizo fue sentar las bases para un vehículo de alto desempeño, combinado con lujo y comodidad inéditos hasta entonces.
Desde 1959, Spen comenzó a trabajar en varios prototipos. Sabía que a mediados de siglo los automovilistas necesitaban una alternativa en la que cupieran sus carreras profesionales, sus familias y sus actividades recreativas. Quería darles la posibilidad de llegar al rincón del mundo que quisieran, pero comprendió que las expediciones más demandantes tras el volante no eran para todo el mundo. Así, trazó un plan en el que combinaría la comodidad y el desempeño sobre el asfalto de un Rover con la capacidad todoterreno de un Land Rover. Dicho de otra manera, fusionó un vehículo todoterreno, un diseño moderno, acabados exclusivos y tecnología avanzada. Esbozado por Spen y finalizado por el diseñador automotor David Bache, lo que se lanzó el 17 de junio de 1970 no fue un auto más: se inventó el SUV de lujo.
Nacido en el Reino Unido, muy pronto Range Rover se convirtió en canon. En 1971 se presentó en el Museo del Louvre de París, donde fue definido como “un trabajo ejemplar de diseño industrial”. Se exhibió en la explanada de entrada del museo, y en las salas se mostraron modelos a escala. Nunca antes un vehículo de una marca comercial había recibido el honor de ser mostrado en uno de los grandes escaparates globales del arte.
Su elegante diseño, la tracción permanente en las cuatro ruedas, frenos de disco —otra innovación— y un potente motor V8 permitían al SUV cruzar autopistas o terracería e incluso remolcar con comodidad y estilo. Esto quedó más que demostrado un año después, cuando una expedición transamericana, realizada por el ejército británico, recorrió 28 968 kilómetros en 99 días, incluidos 402 kilómetros de selva densa del famoso Tapón del Darién, en la frontera de Colombia y Panamá. En 1974, otra expedición recorrería el desierto del Sahara, de oeste a este, atravesando 12 070 kilómetros en 100 días, y en 1977, un Range Rover modificado ganó la clase 4×4 del Maratón Londres-Sydney, el rally más largo, con más de 30 000 kilómetros de caminos retadores. Pero tan importante era el desempeño como el lujo.
En 1981 se produjo la primera edición limitada “In Vogue”, con la que la marca evolucionaría hacia un tipo de vehículo de lujo pleno y alta gama. Esta primera generación del SUV cautivó a líderes mundiales, incluidas figuras de Estado, que hasta entonces acostumbraban a moverse en descomunales sedanes de vieja escuela. En 1982, por ejemplo, se fabricó un Range Rover por encargo para la visita del papa Juan Pablo II al Reino Unido.
La segunda generación de Range Rover (P38A) se lanzó en 1994, con una suspensión neumática electrónica mejorada y modificaciones en el chasís y los ejes. En el contexto de la evolución, Range Rover Classic se retiró del mercado, luego de 317 615 unidades vendidas, pero también llegaría el modelo más lujoso de la marca. Inspirado en el diseñador, ebanista y miembro de la monarquía lord Linley, de Range Rover Linley se fabricaron solo 10 unidades, con un precio de 100 000 libras esterlinas, unos 330 000 dólares actuales.
En 2001 llegaría la tercera generación (L322) que, con modelos como Range Rover Sport, nuevos motores como Terrain Response® y TDV8 diésel, mejoras en la suspensión neumática independiente integral y tecnologías como el primer sistema Adaptive Dynamics —que optimizaba y armonizaba la comunicación entre el chasís y los inputs de conducción—, entre otras características, la marca consolidaba el nivel de personalización y desarrollo que venía mostrando. En 2002, la reina Isabel II de Reino Unido incluyó Range Rover State Review entre sus vehículos oficiales, el cual, en 2015, sería reemplazado por la misma línea, pero con motor híbrido.
La cuarta generación llegó en 2012 y se presentó en la Royal Ballet School de Londres. Range Rover exhibió una construcción ligera de aluminio, que no perdía un ápice de robustez y eficiencia. Prueba de esta potencia se dio cuando un Range Rover Autobiography remolcó la nave espacial SpaceShipTwo, de Virgin Galactic, durante la ceremonia de revelación y nombramiento en el puerto aéreo y espacial de Mojave, California.
Finalmente, la quinta generación se presentó en 2021, todo un muestrario de diseño, tecnología futurista y lujo. La arquitectura de aluminio está reforzada para mejorar el desempeño y seguir trazando el camino, pues aún queda mucho por andar.
Los kilómetros recorridos, los récords alcanzados y las innovaciones establecidas hacen que Range Rover sea el SUV lujoso definitivo. Queda demostrado en la historia: este es un auto creado para los líderes y elegido por los visionarios. Dicho de otra manera, Range Rover es para las personas que inspiran y transforman.
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En 1970 no se lanzó un auto, sino que nació el SUV de lujo definitivo: Range Rover. A 55 años de su lanzamiento, y con cinco generaciones, este vehículo se ha convertido en símbolo de innovación, exclusividad y capacidad dinámica en cualquier tipo de camino. Por eso, a lo largo de su historia ha sido elegido como medio de transporte por la realeza, jefes de Estado y líderes de la industria, la cultura y la creatividad.
Llegar a cualquier sitio desde la idea de lujo mejor lograda: tal es el objetivo, a lo largo de más de cinco décadas. Range Rover ha marcado la línea sobre lo que es el refinamiento en cualquier tipo de camino. Así se convirtió en un símbolo de liderazgo, visión, discreción y distinción. Por su capacidad todoterreno y su bien calibrada interpretación de la opulencia, desde hace 55 años este SUV ha sido elegido por figuras de la realeza, como la misma reina Isabel II, hasta jefes de Estado como el papa Juan Pablo II, además de exitosos empresarios y creadores culturales alrededor del mundo. Y mientras avanza en su historia, el vehículo emblemático ha marcado hitos en la industria automotriz.
Algunos triunfos: Range Rover fue el primero de su categoría en contar con un sistema de tracción en las cuatro ruedas permanente. También fue el primer 4×4 del mundo en contar (1989) con frenos antibloqueo. Esos golpes de innovación y desarrollo son dignos de reconocimiento, pero lo que en verdad resulta fascinante es mirar la historia panorámica, completa, de Range Rover.
El nacimiento de un canon
Range Rover fue creado y diseñado para los líderes, claramente. Charles Spencer “Spen” King, diseñador e ingeniero de este SUV de lujo, quiso dar una vuelta de tuerca más al Land Rover original, nacido a finales de los años cuarenta del siglo pasado. Lo que hizo fue sentar las bases para un vehículo de alto desempeño, combinado con lujo y comodidad inéditos hasta entonces.
Desde 1959, Spen comenzó a trabajar en varios prototipos. Sabía que a mediados de siglo los automovilistas necesitaban una alternativa en la que cupieran sus carreras profesionales, sus familias y sus actividades recreativas. Quería darles la posibilidad de llegar al rincón del mundo que quisieran, pero comprendió que las expediciones más demandantes tras el volante no eran para todo el mundo. Así, trazó un plan en el que combinaría la comodidad y el desempeño sobre el asfalto de un Rover con la capacidad todoterreno de un Land Rover. Dicho de otra manera, fusionó un vehículo todoterreno, un diseño moderno, acabados exclusivos y tecnología avanzada. Esbozado por Spen y finalizado por el diseñador automotor David Bache, lo que se lanzó el 17 de junio de 1970 no fue un auto más: se inventó el SUV de lujo.
Nacido en el Reino Unido, muy pronto Range Rover se convirtió en canon. En 1971 se presentó en el Museo del Louvre de París, donde fue definido como “un trabajo ejemplar de diseño industrial”. Se exhibió en la explanada de entrada del museo, y en las salas se mostraron modelos a escala. Nunca antes un vehículo de una marca comercial había recibido el honor de ser mostrado en uno de los grandes escaparates globales del arte.
Su elegante diseño, la tracción permanente en las cuatro ruedas, frenos de disco —otra innovación— y un potente motor V8 permitían al SUV cruzar autopistas o terracería e incluso remolcar con comodidad y estilo. Esto quedó más que demostrado un año después, cuando una expedición transamericana, realizada por el ejército británico, recorrió 28 968 kilómetros en 99 días, incluidos 402 kilómetros de selva densa del famoso Tapón del Darién, en la frontera de Colombia y Panamá. En 1974, otra expedición recorrería el desierto del Sahara, de oeste a este, atravesando 12 070 kilómetros en 100 días, y en 1977, un Range Rover modificado ganó la clase 4×4 del Maratón Londres-Sydney, el rally más largo, con más de 30 000 kilómetros de caminos retadores. Pero tan importante era el desempeño como el lujo.
En 1981 se produjo la primera edición limitada “In Vogue”, con la que la marca evolucionaría hacia un tipo de vehículo de lujo pleno y alta gama. Esta primera generación del SUV cautivó a líderes mundiales, incluidas figuras de Estado, que hasta entonces acostumbraban a moverse en descomunales sedanes de vieja escuela. En 1982, por ejemplo, se fabricó un Range Rover por encargo para la visita del papa Juan Pablo II al Reino Unido.
La segunda generación de Range Rover (P38A) se lanzó en 1994, con una suspensión neumática electrónica mejorada y modificaciones en el chasís y los ejes. En el contexto de la evolución, Range Rover Classic se retiró del mercado, luego de 317 615 unidades vendidas, pero también llegaría el modelo más lujoso de la marca. Inspirado en el diseñador, ebanista y miembro de la monarquía lord Linley, de Range Rover Linley se fabricaron solo 10 unidades, con un precio de 100 000 libras esterlinas, unos 330 000 dólares actuales.
En 2001 llegaría la tercera generación (L322) que, con modelos como Range Rover Sport, nuevos motores como Terrain Response® y TDV8 diésel, mejoras en la suspensión neumática independiente integral y tecnologías como el primer sistema Adaptive Dynamics —que optimizaba y armonizaba la comunicación entre el chasís y los inputs de conducción—, entre otras características, la marca consolidaba el nivel de personalización y desarrollo que venía mostrando. En 2002, la reina Isabel II de Reino Unido incluyó Range Rover State Review entre sus vehículos oficiales, el cual, en 2015, sería reemplazado por la misma línea, pero con motor híbrido.
La cuarta generación llegó en 2012 y se presentó en la Royal Ballet School de Londres. Range Rover exhibió una construcción ligera de aluminio, que no perdía un ápice de robustez y eficiencia. Prueba de esta potencia se dio cuando un Range Rover Autobiography remolcó la nave espacial SpaceShipTwo, de Virgin Galactic, durante la ceremonia de revelación y nombramiento en el puerto aéreo y espacial de Mojave, California.
Finalmente, la quinta generación se presentó en 2021, todo un muestrario de diseño, tecnología futurista y lujo. La arquitectura de aluminio está reforzada para mejorar el desempeño y seguir trazando el camino, pues aún queda mucho por andar.
Los kilómetros recorridos, los récords alcanzados y las innovaciones establecidas hacen que Range Rover sea el SUV lujoso definitivo. Queda demostrado en la historia: este es un auto creado para los líderes y elegido por los visionarios. Dicho de otra manera, Range Rover es para las personas que inspiran y transforman.
En 1970 no se lanzó un auto, sino que nació el SUV de lujo definitivo: Range Rover. A 55 años de su lanzamiento, y con cinco generaciones, este vehículo se ha convertido en símbolo de innovación, exclusividad y capacidad dinámica en cualquier tipo de camino. Por eso, a lo largo de su historia ha sido elegido como medio de transporte por la realeza, jefes de Estado y líderes de la industria, la cultura y la creatividad.
Llegar a cualquier sitio desde la idea de lujo mejor lograda: tal es el objetivo, a lo largo de más de cinco décadas. Range Rover ha marcado la línea sobre lo que es el refinamiento en cualquier tipo de camino. Así se convirtió en un símbolo de liderazgo, visión, discreción y distinción. Por su capacidad todoterreno y su bien calibrada interpretación de la opulencia, desde hace 55 años este SUV ha sido elegido por figuras de la realeza, como la misma reina Isabel II, hasta jefes de Estado como el papa Juan Pablo II, además de exitosos empresarios y creadores culturales alrededor del mundo. Y mientras avanza en su historia, el vehículo emblemático ha marcado hitos en la industria automotriz.
Algunos triunfos: Range Rover fue el primero de su categoría en contar con un sistema de tracción en las cuatro ruedas permanente. También fue el primer 4×4 del mundo en contar (1989) con frenos antibloqueo. Esos golpes de innovación y desarrollo son dignos de reconocimiento, pero lo que en verdad resulta fascinante es mirar la historia panorámica, completa, de Range Rover.
El nacimiento de un canon
Range Rover fue creado y diseñado para los líderes, claramente. Charles Spencer “Spen” King, diseñador e ingeniero de este SUV de lujo, quiso dar una vuelta de tuerca más al Land Rover original, nacido a finales de los años cuarenta del siglo pasado. Lo que hizo fue sentar las bases para un vehículo de alto desempeño, combinado con lujo y comodidad inéditos hasta entonces.
Desde 1959, Spen comenzó a trabajar en varios prototipos. Sabía que a mediados de siglo los automovilistas necesitaban una alternativa en la que cupieran sus carreras profesionales, sus familias y sus actividades recreativas. Quería darles la posibilidad de llegar al rincón del mundo que quisieran, pero comprendió que las expediciones más demandantes tras el volante no eran para todo el mundo. Así, trazó un plan en el que combinaría la comodidad y el desempeño sobre el asfalto de un Rover con la capacidad todoterreno de un Land Rover. Dicho de otra manera, fusionó un vehículo todoterreno, un diseño moderno, acabados exclusivos y tecnología avanzada. Esbozado por Spen y finalizado por el diseñador automotor David Bache, lo que se lanzó el 17 de junio de 1970 no fue un auto más: se inventó el SUV de lujo.
Nacido en el Reino Unido, muy pronto Range Rover se convirtió en canon. En 1971 se presentó en el Museo del Louvre de París, donde fue definido como “un trabajo ejemplar de diseño industrial”. Se exhibió en la explanada de entrada del museo, y en las salas se mostraron modelos a escala. Nunca antes un vehículo de una marca comercial había recibido el honor de ser mostrado en uno de los grandes escaparates globales del arte.
Su elegante diseño, la tracción permanente en las cuatro ruedas, frenos de disco —otra innovación— y un potente motor V8 permitían al SUV cruzar autopistas o terracería e incluso remolcar con comodidad y estilo. Esto quedó más que demostrado un año después, cuando una expedición transamericana, realizada por el ejército británico, recorrió 28 968 kilómetros en 99 días, incluidos 402 kilómetros de selva densa del famoso Tapón del Darién, en la frontera de Colombia y Panamá. En 1974, otra expedición recorrería el desierto del Sahara, de oeste a este, atravesando 12 070 kilómetros en 100 días, y en 1977, un Range Rover modificado ganó la clase 4×4 del Maratón Londres-Sydney, el rally más largo, con más de 30 000 kilómetros de caminos retadores. Pero tan importante era el desempeño como el lujo.
En 1981 se produjo la primera edición limitada “In Vogue”, con la que la marca evolucionaría hacia un tipo de vehículo de lujo pleno y alta gama. Esta primera generación del SUV cautivó a líderes mundiales, incluidas figuras de Estado, que hasta entonces acostumbraban a moverse en descomunales sedanes de vieja escuela. En 1982, por ejemplo, se fabricó un Range Rover por encargo para la visita del papa Juan Pablo II al Reino Unido.
La segunda generación de Range Rover (P38A) se lanzó en 1994, con una suspensión neumática electrónica mejorada y modificaciones en el chasís y los ejes. En el contexto de la evolución, Range Rover Classic se retiró del mercado, luego de 317 615 unidades vendidas, pero también llegaría el modelo más lujoso de la marca. Inspirado en el diseñador, ebanista y miembro de la monarquía lord Linley, de Range Rover Linley se fabricaron solo 10 unidades, con un precio de 100 000 libras esterlinas, unos 330 000 dólares actuales.
En 2001 llegaría la tercera generación (L322) que, con modelos como Range Rover Sport, nuevos motores como Terrain Response® y TDV8 diésel, mejoras en la suspensión neumática independiente integral y tecnologías como el primer sistema Adaptive Dynamics —que optimizaba y armonizaba la comunicación entre el chasís y los inputs de conducción—, entre otras características, la marca consolidaba el nivel de personalización y desarrollo que venía mostrando. En 2002, la reina Isabel II de Reino Unido incluyó Range Rover State Review entre sus vehículos oficiales, el cual, en 2015, sería reemplazado por la misma línea, pero con motor híbrido.
La cuarta generación llegó en 2012 y se presentó en la Royal Ballet School de Londres. Range Rover exhibió una construcción ligera de aluminio, que no perdía un ápice de robustez y eficiencia. Prueba de esta potencia se dio cuando un Range Rover Autobiography remolcó la nave espacial SpaceShipTwo, de Virgin Galactic, durante la ceremonia de revelación y nombramiento en el puerto aéreo y espacial de Mojave, California.
Finalmente, la quinta generación se presentó en 2021, todo un muestrario de diseño, tecnología futurista y lujo. La arquitectura de aluminio está reforzada para mejorar el desempeño y seguir trazando el camino, pues aún queda mucho por andar.
Los kilómetros recorridos, los récords alcanzados y las innovaciones establecidas hacen que Range Rover sea el SUV lujoso definitivo. Queda demostrado en la historia: este es un auto creado para los líderes y elegido por los visionarios. Dicho de otra manera, Range Rover es para las personas que inspiran y transforman.

En 1970 no se lanzó un auto, sino que nació el SUV de lujo definitivo: Range Rover. A 55 años de su lanzamiento, y con cinco generaciones, este vehículo se ha convertido en símbolo de innovación, exclusividad y capacidad dinámica en cualquier tipo de camino. Por eso, a lo largo de su historia ha sido elegido como medio de transporte por la realeza, jefes de Estado y líderes de la industria, la cultura y la creatividad.
Llegar a cualquier sitio desde la idea de lujo mejor lograda: tal es el objetivo, a lo largo de más de cinco décadas. Range Rover ha marcado la línea sobre lo que es el refinamiento en cualquier tipo de camino. Así se convirtió en un símbolo de liderazgo, visión, discreción y distinción. Por su capacidad todoterreno y su bien calibrada interpretación de la opulencia, desde hace 55 años este SUV ha sido elegido por figuras de la realeza, como la misma reina Isabel II, hasta jefes de Estado como el papa Juan Pablo II, además de exitosos empresarios y creadores culturales alrededor del mundo. Y mientras avanza en su historia, el vehículo emblemático ha marcado hitos en la industria automotriz.
Algunos triunfos: Range Rover fue el primero de su categoría en contar con un sistema de tracción en las cuatro ruedas permanente. También fue el primer 4×4 del mundo en contar (1989) con frenos antibloqueo. Esos golpes de innovación y desarrollo son dignos de reconocimiento, pero lo que en verdad resulta fascinante es mirar la historia panorámica, completa, de Range Rover.
El nacimiento de un canon
Range Rover fue creado y diseñado para los líderes, claramente. Charles Spencer “Spen” King, diseñador e ingeniero de este SUV de lujo, quiso dar una vuelta de tuerca más al Land Rover original, nacido a finales de los años cuarenta del siglo pasado. Lo que hizo fue sentar las bases para un vehículo de alto desempeño, combinado con lujo y comodidad inéditos hasta entonces.
Desde 1959, Spen comenzó a trabajar en varios prototipos. Sabía que a mediados de siglo los automovilistas necesitaban una alternativa en la que cupieran sus carreras profesionales, sus familias y sus actividades recreativas. Quería darles la posibilidad de llegar al rincón del mundo que quisieran, pero comprendió que las expediciones más demandantes tras el volante no eran para todo el mundo. Así, trazó un plan en el que combinaría la comodidad y el desempeño sobre el asfalto de un Rover con la capacidad todoterreno de un Land Rover. Dicho de otra manera, fusionó un vehículo todoterreno, un diseño moderno, acabados exclusivos y tecnología avanzada. Esbozado por Spen y finalizado por el diseñador automotor David Bache, lo que se lanzó el 17 de junio de 1970 no fue un auto más: se inventó el SUV de lujo.
Nacido en el Reino Unido, muy pronto Range Rover se convirtió en canon. En 1971 se presentó en el Museo del Louvre de París, donde fue definido como “un trabajo ejemplar de diseño industrial”. Se exhibió en la explanada de entrada del museo, y en las salas se mostraron modelos a escala. Nunca antes un vehículo de una marca comercial había recibido el honor de ser mostrado en uno de los grandes escaparates globales del arte.
Su elegante diseño, la tracción permanente en las cuatro ruedas, frenos de disco —otra innovación— y un potente motor V8 permitían al SUV cruzar autopistas o terracería e incluso remolcar con comodidad y estilo. Esto quedó más que demostrado un año después, cuando una expedición transamericana, realizada por el ejército británico, recorrió 28 968 kilómetros en 99 días, incluidos 402 kilómetros de selva densa del famoso Tapón del Darién, en la frontera de Colombia y Panamá. En 1974, otra expedición recorrería el desierto del Sahara, de oeste a este, atravesando 12 070 kilómetros en 100 días, y en 1977, un Range Rover modificado ganó la clase 4×4 del Maratón Londres-Sydney, el rally más largo, con más de 30 000 kilómetros de caminos retadores. Pero tan importante era el desempeño como el lujo.
En 1981 se produjo la primera edición limitada “In Vogue”, con la que la marca evolucionaría hacia un tipo de vehículo de lujo pleno y alta gama. Esta primera generación del SUV cautivó a líderes mundiales, incluidas figuras de Estado, que hasta entonces acostumbraban a moverse en descomunales sedanes de vieja escuela. En 1982, por ejemplo, se fabricó un Range Rover por encargo para la visita del papa Juan Pablo II al Reino Unido.
La segunda generación de Range Rover (P38A) se lanzó en 1994, con una suspensión neumática electrónica mejorada y modificaciones en el chasís y los ejes. En el contexto de la evolución, Range Rover Classic se retiró del mercado, luego de 317 615 unidades vendidas, pero también llegaría el modelo más lujoso de la marca. Inspirado en el diseñador, ebanista y miembro de la monarquía lord Linley, de Range Rover Linley se fabricaron solo 10 unidades, con un precio de 100 000 libras esterlinas, unos 330 000 dólares actuales.
En 2001 llegaría la tercera generación (L322) que, con modelos como Range Rover Sport, nuevos motores como Terrain Response® y TDV8 diésel, mejoras en la suspensión neumática independiente integral y tecnologías como el primer sistema Adaptive Dynamics —que optimizaba y armonizaba la comunicación entre el chasís y los inputs de conducción—, entre otras características, la marca consolidaba el nivel de personalización y desarrollo que venía mostrando. En 2002, la reina Isabel II de Reino Unido incluyó Range Rover State Review entre sus vehículos oficiales, el cual, en 2015, sería reemplazado por la misma línea, pero con motor híbrido.
La cuarta generación llegó en 2012 y se presentó en la Royal Ballet School de Londres. Range Rover exhibió una construcción ligera de aluminio, que no perdía un ápice de robustez y eficiencia. Prueba de esta potencia se dio cuando un Range Rover Autobiography remolcó la nave espacial SpaceShipTwo, de Virgin Galactic, durante la ceremonia de revelación y nombramiento en el puerto aéreo y espacial de Mojave, California.
Finalmente, la quinta generación se presentó en 2021, todo un muestrario de diseño, tecnología futurista y lujo. La arquitectura de aluminio está reforzada para mejorar el desempeño y seguir trazando el camino, pues aún queda mucho por andar.
Los kilómetros recorridos, los récords alcanzados y las innovaciones establecidas hacen que Range Rover sea el SUV lujoso definitivo. Queda demostrado en la historia: este es un auto creado para los líderes y elegido por los visionarios. Dicho de otra manera, Range Rover es para las personas que inspiran y transforman.

En 1970 no se lanzó un auto, sino que nació el SUV de lujo definitivo: Range Rover. A 55 años de su lanzamiento, y con cinco generaciones, este vehículo se ha convertido en símbolo de innovación, exclusividad y capacidad dinámica en cualquier tipo de camino. Por eso, a lo largo de su historia ha sido elegido como medio de transporte por la realeza, jefes de Estado y líderes de la industria, la cultura y la creatividad.
Llegar a cualquier sitio desde la idea de lujo mejor lograda: tal es el objetivo, a lo largo de más de cinco décadas. Range Rover ha marcado la línea sobre lo que es el refinamiento en cualquier tipo de camino. Así se convirtió en un símbolo de liderazgo, visión, discreción y distinción. Por su capacidad todoterreno y su bien calibrada interpretación de la opulencia, desde hace 55 años este SUV ha sido elegido por figuras de la realeza, como la misma reina Isabel II, hasta jefes de Estado como el papa Juan Pablo II, además de exitosos empresarios y creadores culturales alrededor del mundo. Y mientras avanza en su historia, el vehículo emblemático ha marcado hitos en la industria automotriz.
Algunos triunfos: Range Rover fue el primero de su categoría en contar con un sistema de tracción en las cuatro ruedas permanente. También fue el primer 4×4 del mundo en contar (1989) con frenos antibloqueo. Esos golpes de innovación y desarrollo son dignos de reconocimiento, pero lo que en verdad resulta fascinante es mirar la historia panorámica, completa, de Range Rover.
El nacimiento de un canon
Range Rover fue creado y diseñado para los líderes, claramente. Charles Spencer “Spen” King, diseñador e ingeniero de este SUV de lujo, quiso dar una vuelta de tuerca más al Land Rover original, nacido a finales de los años cuarenta del siglo pasado. Lo que hizo fue sentar las bases para un vehículo de alto desempeño, combinado con lujo y comodidad inéditos hasta entonces.
Desde 1959, Spen comenzó a trabajar en varios prototipos. Sabía que a mediados de siglo los automovilistas necesitaban una alternativa en la que cupieran sus carreras profesionales, sus familias y sus actividades recreativas. Quería darles la posibilidad de llegar al rincón del mundo que quisieran, pero comprendió que las expediciones más demandantes tras el volante no eran para todo el mundo. Así, trazó un plan en el que combinaría la comodidad y el desempeño sobre el asfalto de un Rover con la capacidad todoterreno de un Land Rover. Dicho de otra manera, fusionó un vehículo todoterreno, un diseño moderno, acabados exclusivos y tecnología avanzada. Esbozado por Spen y finalizado por el diseñador automotor David Bache, lo que se lanzó el 17 de junio de 1970 no fue un auto más: se inventó el SUV de lujo.
Nacido en el Reino Unido, muy pronto Range Rover se convirtió en canon. En 1971 se presentó en el Museo del Louvre de París, donde fue definido como “un trabajo ejemplar de diseño industrial”. Se exhibió en la explanada de entrada del museo, y en las salas se mostraron modelos a escala. Nunca antes un vehículo de una marca comercial había recibido el honor de ser mostrado en uno de los grandes escaparates globales del arte.
Su elegante diseño, la tracción permanente en las cuatro ruedas, frenos de disco —otra innovación— y un potente motor V8 permitían al SUV cruzar autopistas o terracería e incluso remolcar con comodidad y estilo. Esto quedó más que demostrado un año después, cuando una expedición transamericana, realizada por el ejército británico, recorrió 28 968 kilómetros en 99 días, incluidos 402 kilómetros de selva densa del famoso Tapón del Darién, en la frontera de Colombia y Panamá. En 1974, otra expedición recorrería el desierto del Sahara, de oeste a este, atravesando 12 070 kilómetros en 100 días, y en 1977, un Range Rover modificado ganó la clase 4×4 del Maratón Londres-Sydney, el rally más largo, con más de 30 000 kilómetros de caminos retadores. Pero tan importante era el desempeño como el lujo.
En 1981 se produjo la primera edición limitada “In Vogue”, con la que la marca evolucionaría hacia un tipo de vehículo de lujo pleno y alta gama. Esta primera generación del SUV cautivó a líderes mundiales, incluidas figuras de Estado, que hasta entonces acostumbraban a moverse en descomunales sedanes de vieja escuela. En 1982, por ejemplo, se fabricó un Range Rover por encargo para la visita del papa Juan Pablo II al Reino Unido.
La segunda generación de Range Rover (P38A) se lanzó en 1994, con una suspensión neumática electrónica mejorada y modificaciones en el chasís y los ejes. En el contexto de la evolución, Range Rover Classic se retiró del mercado, luego de 317 615 unidades vendidas, pero también llegaría el modelo más lujoso de la marca. Inspirado en el diseñador, ebanista y miembro de la monarquía lord Linley, de Range Rover Linley se fabricaron solo 10 unidades, con un precio de 100 000 libras esterlinas, unos 330 000 dólares actuales.
En 2001 llegaría la tercera generación (L322) que, con modelos como Range Rover Sport, nuevos motores como Terrain Response® y TDV8 diésel, mejoras en la suspensión neumática independiente integral y tecnologías como el primer sistema Adaptive Dynamics —que optimizaba y armonizaba la comunicación entre el chasís y los inputs de conducción—, entre otras características, la marca consolidaba el nivel de personalización y desarrollo que venía mostrando. En 2002, la reina Isabel II de Reino Unido incluyó Range Rover State Review entre sus vehículos oficiales, el cual, en 2015, sería reemplazado por la misma línea, pero con motor híbrido.
La cuarta generación llegó en 2012 y se presentó en la Royal Ballet School de Londres. Range Rover exhibió una construcción ligera de aluminio, que no perdía un ápice de robustez y eficiencia. Prueba de esta potencia se dio cuando un Range Rover Autobiography remolcó la nave espacial SpaceShipTwo, de Virgin Galactic, durante la ceremonia de revelación y nombramiento en el puerto aéreo y espacial de Mojave, California.
Finalmente, la quinta generación se presentó en 2021, todo un muestrario de diseño, tecnología futurista y lujo. La arquitectura de aluminio está reforzada para mejorar el desempeño y seguir trazando el camino, pues aún queda mucho por andar.
Los kilómetros recorridos, los récords alcanzados y las innovaciones establecidas hacen que Range Rover sea el SUV lujoso definitivo. Queda demostrado en la historia: este es un auto creado para los líderes y elegido por los visionarios. Dicho de otra manera, Range Rover es para las personas que inspiran y transforman.

En 1970 no se lanzó un auto, sino que nació el SUV de lujo definitivo: Range Rover. A 55 años de su lanzamiento, y con cinco generaciones, este vehículo se ha convertido en símbolo de innovación, exclusividad y capacidad dinámica en cualquier tipo de camino. Por eso, a lo largo de su historia ha sido elegido como medio de transporte por la realeza, jefes de Estado y líderes de la industria, la cultura y la creatividad.
Llegar a cualquier sitio desde la idea de lujo mejor lograda: tal es el objetivo, a lo largo de más de cinco décadas. Range Rover ha marcado la línea sobre lo que es el refinamiento en cualquier tipo de camino. Así se convirtió en un símbolo de liderazgo, visión, discreción y distinción. Por su capacidad todoterreno y su bien calibrada interpretación de la opulencia, desde hace 55 años este SUV ha sido elegido por figuras de la realeza, como la misma reina Isabel II, hasta jefes de Estado como el papa Juan Pablo II, además de exitosos empresarios y creadores culturales alrededor del mundo. Y mientras avanza en su historia, el vehículo emblemático ha marcado hitos en la industria automotriz.
Algunos triunfos: Range Rover fue el primero de su categoría en contar con un sistema de tracción en las cuatro ruedas permanente. También fue el primer 4×4 del mundo en contar (1989) con frenos antibloqueo. Esos golpes de innovación y desarrollo son dignos de reconocimiento, pero lo que en verdad resulta fascinante es mirar la historia panorámica, completa, de Range Rover.
El nacimiento de un canon
Range Rover fue creado y diseñado para los líderes, claramente. Charles Spencer “Spen” King, diseñador e ingeniero de este SUV de lujo, quiso dar una vuelta de tuerca más al Land Rover original, nacido a finales de los años cuarenta del siglo pasado. Lo que hizo fue sentar las bases para un vehículo de alto desempeño, combinado con lujo y comodidad inéditos hasta entonces.
Desde 1959, Spen comenzó a trabajar en varios prototipos. Sabía que a mediados de siglo los automovilistas necesitaban una alternativa en la que cupieran sus carreras profesionales, sus familias y sus actividades recreativas. Quería darles la posibilidad de llegar al rincón del mundo que quisieran, pero comprendió que las expediciones más demandantes tras el volante no eran para todo el mundo. Así, trazó un plan en el que combinaría la comodidad y el desempeño sobre el asfalto de un Rover con la capacidad todoterreno de un Land Rover. Dicho de otra manera, fusionó un vehículo todoterreno, un diseño moderno, acabados exclusivos y tecnología avanzada. Esbozado por Spen y finalizado por el diseñador automotor David Bache, lo que se lanzó el 17 de junio de 1970 no fue un auto más: se inventó el SUV de lujo.
Nacido en el Reino Unido, muy pronto Range Rover se convirtió en canon. En 1971 se presentó en el Museo del Louvre de París, donde fue definido como “un trabajo ejemplar de diseño industrial”. Se exhibió en la explanada de entrada del museo, y en las salas se mostraron modelos a escala. Nunca antes un vehículo de una marca comercial había recibido el honor de ser mostrado en uno de los grandes escaparates globales del arte.
Su elegante diseño, la tracción permanente en las cuatro ruedas, frenos de disco —otra innovación— y un potente motor V8 permitían al SUV cruzar autopistas o terracería e incluso remolcar con comodidad y estilo. Esto quedó más que demostrado un año después, cuando una expedición transamericana, realizada por el ejército británico, recorrió 28 968 kilómetros en 99 días, incluidos 402 kilómetros de selva densa del famoso Tapón del Darién, en la frontera de Colombia y Panamá. En 1974, otra expedición recorrería el desierto del Sahara, de oeste a este, atravesando 12 070 kilómetros en 100 días, y en 1977, un Range Rover modificado ganó la clase 4×4 del Maratón Londres-Sydney, el rally más largo, con más de 30 000 kilómetros de caminos retadores. Pero tan importante era el desempeño como el lujo.
En 1981 se produjo la primera edición limitada “In Vogue”, con la que la marca evolucionaría hacia un tipo de vehículo de lujo pleno y alta gama. Esta primera generación del SUV cautivó a líderes mundiales, incluidas figuras de Estado, que hasta entonces acostumbraban a moverse en descomunales sedanes de vieja escuela. En 1982, por ejemplo, se fabricó un Range Rover por encargo para la visita del papa Juan Pablo II al Reino Unido.
La segunda generación de Range Rover (P38A) se lanzó en 1994, con una suspensión neumática electrónica mejorada y modificaciones en el chasís y los ejes. En el contexto de la evolución, Range Rover Classic se retiró del mercado, luego de 317 615 unidades vendidas, pero también llegaría el modelo más lujoso de la marca. Inspirado en el diseñador, ebanista y miembro de la monarquía lord Linley, de Range Rover Linley se fabricaron solo 10 unidades, con un precio de 100 000 libras esterlinas, unos 330 000 dólares actuales.
En 2001 llegaría la tercera generación (L322) que, con modelos como Range Rover Sport, nuevos motores como Terrain Response® y TDV8 diésel, mejoras en la suspensión neumática independiente integral y tecnologías como el primer sistema Adaptive Dynamics —que optimizaba y armonizaba la comunicación entre el chasís y los inputs de conducción—, entre otras características, la marca consolidaba el nivel de personalización y desarrollo que venía mostrando. En 2002, la reina Isabel II de Reino Unido incluyó Range Rover State Review entre sus vehículos oficiales, el cual, en 2015, sería reemplazado por la misma línea, pero con motor híbrido.
La cuarta generación llegó en 2012 y se presentó en la Royal Ballet School de Londres. Range Rover exhibió una construcción ligera de aluminio, que no perdía un ápice de robustez y eficiencia. Prueba de esta potencia se dio cuando un Range Rover Autobiography remolcó la nave espacial SpaceShipTwo, de Virgin Galactic, durante la ceremonia de revelación y nombramiento en el puerto aéreo y espacial de Mojave, California.
Finalmente, la quinta generación se presentó en 2021, todo un muestrario de diseño, tecnología futurista y lujo. La arquitectura de aluminio está reforzada para mejorar el desempeño y seguir trazando el camino, pues aún queda mucho por andar.
Los kilómetros recorridos, los récords alcanzados y las innovaciones establecidas hacen que Range Rover sea el SUV lujoso definitivo. Queda demostrado en la historia: este es un auto creado para los líderes y elegido por los visionarios. Dicho de otra manera, Range Rover es para las personas que inspiran y transforman.
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