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Postales amarillas del exilio

Postales amarillas del exilio

Texto de
Fotografía de
Realización de
Ilustración de
Traducción de
11
.
09
.
25
AAAA
Tiempo de Lectura: 00 min

Hace dos años que los sonidos, los sabores, los aromas y las sensaciones térmicas son ajenas. Un equipaje que se ha mudado a un cuerpo futuro, ajeno, pero inexorablemente mío.

A José Rubén Zamora

porque el MP descargó en él todo su odio contra la prensa independiente.

 

A Sole, Valeria, Nacho, Gretel, Anela, Hyeong-sik, Janieke, Maral,Maritza y Dan,

por tender puentes esenciales.

 

A Carmen, Charo, Jorge, Ascen, Mary, Manolo, Ricardo y Juan

porque salvaron mi vida más de una vez.

 

A Julia, Alex, Rony, Cristian, Carlos, Juan Luis, Yves

y todos los periodistas forzados al exilio por defender la palabra.

Hace dos años que los sonidos, los sabores, los aromas y las sensaciones térmicas son ajenas. Un equipaje que se ha mudado a un cuerpo futuro, ajeno,pero inexorablemente mío. Durante este tiempo he entendido el desarraigo como un lugar donde, en periodos muy largos, el silencio, la soledad y el llanto son el único lenguaje posible. Estos son algunos relatos breves del exilio que vivo junto a tantos otros periodistas perseguidos por el Estado de Guatemala.

 

Gerson Ortiz

Gatopardo

 

A veces despierto en la madrugada y me asomo por la ventana. Algunas palomas duermen bajo los aleros de los techos. Las veo respirar a pesar del frío, el viento o la lluvia. Las contemplo por un largo lapso, como la sed mira un manantial. Anhelo su capacidad de adaptarse y envidio el hecho de que el desconocimiento de su fragilidad sea su mayor fortaleza.

En dos años de exilio he atravesado muchos callejones. Los he habitado solitarios, contemplativos, renovadores y de descubrimiento. Otros, quizá los más estrechos, han sido fríos y oscuros.

Estos fragmentos constituyen el relato no lineal de mi exilio, un hecho que atraviesa mi cuerpo y me interpela cada día. Un viaje que, sin importar si vuelva a mi país, no tendrá retorno.

 

Lidiar con la memoria

 

No debiera arrancarse a la gente de su tierra opaís,

no a la fuerza […]. Nacemos y nos cortan el cordón umbilical.

Nos destierran y nadie nos corta la memoria.

Juan Gelman

 

El 28 de febrero de 2023 mi teléfono no dejaba de sonar. Mi nombre estaba en las noticias. La Fiscalía Especial Contra la Impunidad en Guatemala(FECI) había solicitado a un juez que ordenara una investigación contra seis periodistas y dos columnistas de elPeriódico,eso solo podía significar que no se detendrían, que su ambición amenazaba con romperlo todo.

Siete meses atrás esa misma fiscalía había detenido y encarcelado al periodista José Rubén Zamora, quien fundó elPeriódico en 1996 y desde entonces no había dejado de investigar y denunciar la corrupción en un país con uno de los índices más altos de impunidad en la región.

La acusación era inverosímil. La fiscalía quería acusarnos de conspiración para la obstrucción de justicia, delito incluido en la ley contra el crimen organizado, por cubrir el juicio contra Zamora. El propio José Rubén estaba (y está) “involucrado” en esa investigación. Para el poder coercitivo del Estado informar se equiparaba a la conspiración, nos había etiquetado como sus enemigos y no se detendrían hasta detenernos.  

Días después nos informaron que esa fiscalía solicitaría nuestra detención, salir era la única alternativa para evitar la cárcel. La FECI no secontentaría con lo que le hizo a José Rubén, que estuvo más de 800 días en prisión hasta ser liberado el 19 de octubre de 2024. Tampoco le bastó con asfixiar a elPeriódico, medio que Zamora fundó, allanado la noche del 29 de julio de 2023 durante 16 horas, en las que se retuvo a sus trabajadores y se impidió que se imprimiera la siguiente edición.

El plan funcionaba a la medida. El reacomodo de poder y la recuperación de los privilegios que durante décadas denunciamos en elPeriódico estaba cobrando sus facturas. El poder había fracturado al medio más importante del país y no se conformaría con José Rubén, iría también por los otros periodistas.

El Estado no solo no garantizaba nuestra seguridad, era el que nos perseguía y nos quería derribar. Me fui.

Todo cambiaría aquel día, pero mis sentidos eran incapaces de abarcar la onda expansiva…

Sin darme cuenta empecé mi transformación hacia la planta monstruosa que describió Gelman:

Mis raíces están a miles de kilómetros de mí y no nos ata un tallo, nos separan dos mares y un océano. El sol me mira cuando ellas respiran en la noche, duelen de noche bajo el sol.

 

El callejón oscuro aparecía ante mí. Sentí vértigo, pero emprendí elcamino premonitorio.

 

El cuerpo

 

Hasta el corazón,

cuando palpita apresuradamente,

está expresando un enunciado.

Leopoldo María Panero

 

Yo solo quería hacer periodismo narrativo, contar historias de no ficción. Me pasó como a Fito: “Yo que nunca anduve en nada, nunca me metí en política, simplemente fui un muchacho hedonista”. Pero esas son ideas que ninguno de nuestros perseguidores entendió.

Hice un mantra para sobrevivir a mi oficio: en periodismo la convicción es personal, pero el mensaje siempre es político.

Yo no firmaba las notas que publicamos porque no cubría el juicio. Soy señalado de conspirar para obstruir la justicia por editar algunos de esos textos, cuidar el lenguaje, los datos, la veracidad de lo narrado. Al parecer,eso es muy peligroso.

Una acusación de esa naturaleza solo puede existir en un plano irracional y por lo tanto político.

A pesar del carácter etéreo de todo esto, el gran pagano ha sido mi cuerpo, que ha soportado niveles altísimos de estrés, lo que me ha llevado adesdoblarme, a alejarme de él para no lidiar con su dolor, a volver a buscarlo y encontrarlo irreconocible, a alejarme y a volver, una y otra vez.

Etimológicamente la palabra estrés se construyó a partir de «estrecho». Las ratas que Hans Selye sometió a situaciones amenazantes desarrollaban reacciones corporales en busca de equilibrio.

Estos años he visto a mi cuerpo responder a esa amenaza. Atravesar ese callejón estrecho donde cada paso implicaba dolor, una búsqueda animal del equilibrio, de sobrevivir apenas con los dos lenguajes corporales innatos a los que se refería Panero: la risa y el llanto.

 

Geografía de la risa

 

Beware the Jabberwock, my son!

The jaws that bite, the claws that catch!

Beware the Jubjub bird, and shun

The frumious Bandersnatch!

Lewis Carroll

 

Una tarde cualquiera, durante una actividad de socialización en Costa Rica, nos pidieron presentarnos.

 

—Dinos tu nombre y tu profesión.

—Mi nombre es Gerson Ortiz y soy periodista, pero no lo vuelvo a ser.

 

La gente del grupo —la mayoría exiliados centroamericanos con historias brutales de resistencia a los autoritarismos— reía. Había roto bien el hielo,ya no estaba tan nervioso.

Meses después, durante un encuentro global sobre derechos humanos que tuvo lugar en una antigua ciudad holandesa se desarrollaba una dinámicaparecida, pero en inglés…

 

—Please tell us your name and your profession.

—My name is Gerson Ortiz and I am a journalist, but I will not be one again.

 

Nadie reía, las personas que dirigían el taller hacían anotaciones en una libreta. “Okey”, dijo alguien.

Se estaba reconfigurando todo, hasta las motivaciones de la risa.

En ese momento dimensioné que mi lenguaje —que no mi idioma— estaba a kilómetros de mí. Podía unirnos una historia, pero separarnos un pesado océano.

 

El llanto

 

Asistir a los cursos de antropología,

llorando.

Atravesar el África,

llorando.

Oliverio Girondo

 

Una tarde, en Bogotá, el profesor Nelson Freddy Padilla Castro me preguntó sobre los personajes y el escenario de “Derrumbamiento”, cuento de mi libro Soñarás jamás. El diálogo fluía, pasamos a otras preguntas e incluso a La lengua de los gatos, mi segundo libro.

No obstante, hubo una palabra que me fracturó súbitamente, una especie de clave secreta que inexplicablemente desactivó todos los cortafuegos de mi cuerpo y me orilló al ostracismo, al espeso silencio: exilio.

Me esforzaba por contener el llanto. Quería seguir hablando de mis libros, de mi proceso creativo, pero mi cuerpo tenía otras necesidades.

Meses después, en un restaurante de comida china en Madrid, le comenté la anécdota a una amiga que se mueve con vivaz entusiasmo por los meandros de la política. Me explicó que el llanto no puede no ser y que lo que no lloremos hoy, lo lloraremos mañana, porque el llanto, hizo hincapié, es una salida de emergencia.

“Tu cuerpo necesitaba salir de ahí y no te iba a pedir permiso”. Escuché sus conclusiones mientras mordía el mejor char siu de todo el barrio Usera.

 

El bloqueo

 

Que alguna de mis últimas poesías sea convincente

no le resta importancia al hecho de que las compongo

con cada vez mayor indiferencia y repugnancia.

Cesare Pavese

 

Es al arte, quizá, el único lugar donde sobrevive el sentido de las cosas.

El acoso judicial contra los trabajadores de elPeriódico no empezó con la detención de José Rubén. En Guatemala,el poder siempre encuentra formas de reprimir al periodismo, una de ellas es el lawfare.

Cuatro meses antes de que la FECI encarcelara a Zamora y asfixiara económicamente a elPeriódico publicamos una noticia que estresó a una funcionaria pública y nos demandó por violencia contra la mujer. Un juzgado nos ordenó que no volviéramos a mencionar su nombre y nos prohibió acercarnos a su trabajo.

Ya desde entonces enfrentaba un bloqueo, me costaba concentrarme y las ideas de escritura no fluían con la habitualidad a la que me había acostumbrado. Por supuesto que todo fue exponencialmente a peor.

Las tareas más sencillas devinieron en una complejidad irreductible y escribir era simplemente imposible. Durante meses me enfrenté encarnizadamente a la hoja en blanco y fui incapaz de vencerla. Estaba muerto de miedo, no sabía si sería capaz de regresar.

Hoy,todavía no lo sé.

 

Campanario nocturno

 

Muévete hacia adelante y hacia atrás en elcambio.

Rainer Maria Rilke  

 

Rabab es como una luciérnaga: brilla cautelosa y dulce entre el manto frío de la noche sin prestar atención a la grandeza, ternura y fuerza de suluminiscencia. Las personas a su alrededor observamos, no sin asombro, sus milagros cotidianos, algo que Rabab atribuye al simple acto de existir.

En las noches más oscuras del exilio, en las que me sentí como un inmenso bisonte paralizado por el miedo y por la incertidumbre, Rabab siempreencendió su luz y se posó a mi lado para repetirme: “No temas, yo estaré contigo toda la noche”.

Y así ha sido. Solo en su abrazo cobraron sentido absoluto las palabras de Rainer Maria Rilke:

 

Amigo silencioso que has llegado tan lejos,

siente cómo tu respiración crea más espacio a tu alrededor.
Deja que esta oscuridad sea un campanario
y tú la campana. Al sonar,

lo que te golpea se convierte en tu fuerza.
Muévete hacia adelante y hacia atrás en el cambio.
¿Cómo es, esa intensidad de dolor?
Si la bebida es amarga, conviértete en vino…

 

Una lección de periodismo

Soy un rabioso defensor del periodismo

como explicación objetiva

y comprobada, al máximo, de lo que ves.

Juan Cruz Ruiz

 

En Holanda conocí a Edwin, un veterano periodista que había cubierto Latinoamérica en los años de mayor tensión política: los ochenta. Estaba aterrado porque pensé que conversaríamos en inglés, pero su español era perfecto, llevaba décadas ejerciéndolo.

Me dijo que quería contar mi historia para la radio en la que trabajaba y que tenía mucha curiosidad sobre qué hacían los organismos “independientes”(Legislativo, Ejecutivo y Judicial) para detener la irracionalidad con la que el Ministerio Público nos perseguía. Mi respuesta fue tajante: nada.

Caminamos hacia los edificios que en su país representan a esos Poderes.Me preguntó qué hacía el poder Legislativo a las puertas de Binnenhof. Edwin hacía una pieza para radio, un lugar donde el contexto es tan importante como indeterminable. No había manera de que su audiencia comprobara que, en efecto, estaba entrevistándome justo ahí, pero para él era importante hacerlo porque su compromiso ético era colosal.

 

Gatos

En algún momento de nuestras vidas

todos tenemos que decidir si somos o no platónicos.

Marian Engel

 

Después de una pequeña batalla legal, me reencontré con Pucho y Marea,gato y gata que me acompañan en este oficio de vivir.

La casa donde dormimos las primeras noches tenía un olor que puso a ambas pequeñas fieras en alerta. El calmante que tomaron antes de subirse al avión fue perdiendo efectividad y la actitud de ambos era cada vez más animal.

Marea siente ajenas las caricias. Es una hermosa gata bosque de Noruega que ha estudiado a la perfección el lenguaje de la soledad. Pucho es su opuesto inmediato: es un gato común europeo que ha encontrado en el contacto físico su lenguaje de amor.

Esa noche, al empezar a reconocer los olores foráneos, Pucho estaba muy agresivo. Dejaba que nos acercáramos a él, pero bufaba como advertencia de su sentido de alerta. En un descuido me arañó la cara y comprendí su instinto,aunque también el mío: en un terreno desconocido los depredadores imaginarios proliferan. Pucho volvía a darme una lección de vida.

En la madrugada, cuando fue diferenciando mi olor de los demás, me abrazó el cuello y frotó su nariz en mi rostro y en mi pelo. Su ronroneo era un lugar conocido. Ambos nos sentimos más cerca de casa en ese momento.

 

Seguir

 

Fue tan largo el duelo que al final

casi lo confundo con mi hogar.

Vetusta Morla

 

Tengo un libro que Juan Villoro me firmó hace muchos años en Guadalajara. Sus páginas se fueron poniendo amarillas y eso hace que la tintaazul de su dedicatoria sobresalga de la del linotipo.

En algún momento llegué a pensar que muchos de mis libros se pondrían amarillos incluso sin que pudiera empezar a leerlos. La pequeña biblioteca quearmé durante décadas se quedó en Guatemala, inerme frente al paso del tiempo.  

Todos los libros serán vencidos, ninguno sobrevivirá a los años, la humedad, las mudanzas o el abandono. Al final, cuando ya no queden hojas, solopermanece la palabra.

 

Al principio…

Antes del espacio-tiempo,

antes que hubiera antes,

al principio, cuando ni siquiera había principio,

al principio,

era la realidad de la palabra.

Cuando todo era noche, cuando

todos los seres estaban aún oscuros, antes de ser seres,

existía una voz, una palabra clara,

un canto en la noche.

 

Ernesto Cardenal

 

Imagino estas postales en el interior de un cajón, amarillas por la oxidación de la lignina. No intento rescatarlas de las manos de Eón, yo mismono sobreviviré a ellas. Lo que procuro con este viejo oficio es hacerlas pasarpor el alambique del destierro para conservar su elixir porque solo a medidaque se ensancha el lenguaje se ensancha también el mundo.

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Texto de
Fotografía de
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11
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Tiempo de Lectura: 00 min

Hace dos años que los sonidos, los sabores, los aromas y las sensaciones térmicas son ajenas. Un equipaje que se ha mudado a un cuerpo futuro, ajeno, pero inexorablemente mío.

A José Rubén Zamora

porque el MP descargó en él todo su odio contra la prensa independiente.

 

A Sole, Valeria, Nacho, Gretel, Anela, Hyeong-sik, Janieke, Maral,Maritza y Dan,

por tender puentes esenciales.

 

A Carmen, Charo, Jorge, Ascen, Mary, Manolo, Ricardo y Juan

porque salvaron mi vida más de una vez.

 

A Julia, Alex, Rony, Cristian, Carlos, Juan Luis, Yves

y todos los periodistas forzados al exilio por defender la palabra.

Hace dos años que los sonidos, los sabores, los aromas y las sensaciones térmicas son ajenas. Un equipaje que se ha mudado a un cuerpo futuro, ajeno,pero inexorablemente mío. Durante este tiempo he entendido el desarraigo como un lugar donde, en periodos muy largos, el silencio, la soledad y el llanto son el único lenguaje posible. Estos son algunos relatos breves del exilio que vivo junto a tantos otros periodistas perseguidos por el Estado de Guatemala.

 

Gerson Ortiz

Gatopardo

 

A veces despierto en la madrugada y me asomo por la ventana. Algunas palomas duermen bajo los aleros de los techos. Las veo respirar a pesar del frío, el viento o la lluvia. Las contemplo por un largo lapso, como la sed mira un manantial. Anhelo su capacidad de adaptarse y envidio el hecho de que el desconocimiento de su fragilidad sea su mayor fortaleza.

En dos años de exilio he atravesado muchos callejones. Los he habitado solitarios, contemplativos, renovadores y de descubrimiento. Otros, quizá los más estrechos, han sido fríos y oscuros.

Estos fragmentos constituyen el relato no lineal de mi exilio, un hecho que atraviesa mi cuerpo y me interpela cada día. Un viaje que, sin importar si vuelva a mi país, no tendrá retorno.

 

Lidiar con la memoria

 

No debiera arrancarse a la gente de su tierra opaís,

no a la fuerza […]. Nacemos y nos cortan el cordón umbilical.

Nos destierran y nadie nos corta la memoria.

Juan Gelman

 

El 28 de febrero de 2023 mi teléfono no dejaba de sonar. Mi nombre estaba en las noticias. La Fiscalía Especial Contra la Impunidad en Guatemala(FECI) había solicitado a un juez que ordenara una investigación contra seis periodistas y dos columnistas de elPeriódico,eso solo podía significar que no se detendrían, que su ambición amenazaba con romperlo todo.

Siete meses atrás esa misma fiscalía había detenido y encarcelado al periodista José Rubén Zamora, quien fundó elPeriódico en 1996 y desde entonces no había dejado de investigar y denunciar la corrupción en un país con uno de los índices más altos de impunidad en la región.

La acusación era inverosímil. La fiscalía quería acusarnos de conspiración para la obstrucción de justicia, delito incluido en la ley contra el crimen organizado, por cubrir el juicio contra Zamora. El propio José Rubén estaba (y está) “involucrado” en esa investigación. Para el poder coercitivo del Estado informar se equiparaba a la conspiración, nos había etiquetado como sus enemigos y no se detendrían hasta detenernos.  

Días después nos informaron que esa fiscalía solicitaría nuestra detención, salir era la única alternativa para evitar la cárcel. La FECI no secontentaría con lo que le hizo a José Rubén, que estuvo más de 800 días en prisión hasta ser liberado el 19 de octubre de 2024. Tampoco le bastó con asfixiar a elPeriódico, medio que Zamora fundó, allanado la noche del 29 de julio de 2023 durante 16 horas, en las que se retuvo a sus trabajadores y se impidió que se imprimiera la siguiente edición.

El plan funcionaba a la medida. El reacomodo de poder y la recuperación de los privilegios que durante décadas denunciamos en elPeriódico estaba cobrando sus facturas. El poder había fracturado al medio más importante del país y no se conformaría con José Rubén, iría también por los otros periodistas.

El Estado no solo no garantizaba nuestra seguridad, era el que nos perseguía y nos quería derribar. Me fui.

Todo cambiaría aquel día, pero mis sentidos eran incapaces de abarcar la onda expansiva…

Sin darme cuenta empecé mi transformación hacia la planta monstruosa que describió Gelman:

Mis raíces están a miles de kilómetros de mí y no nos ata un tallo, nos separan dos mares y un océano. El sol me mira cuando ellas respiran en la noche, duelen de noche bajo el sol.

 

El callejón oscuro aparecía ante mí. Sentí vértigo, pero emprendí elcamino premonitorio.

 

El cuerpo

 

Hasta el corazón,

cuando palpita apresuradamente,

está expresando un enunciado.

Leopoldo María Panero

 

Yo solo quería hacer periodismo narrativo, contar historias de no ficción. Me pasó como a Fito: “Yo que nunca anduve en nada, nunca me metí en política, simplemente fui un muchacho hedonista”. Pero esas son ideas que ninguno de nuestros perseguidores entendió.

Hice un mantra para sobrevivir a mi oficio: en periodismo la convicción es personal, pero el mensaje siempre es político.

Yo no firmaba las notas que publicamos porque no cubría el juicio. Soy señalado de conspirar para obstruir la justicia por editar algunos de esos textos, cuidar el lenguaje, los datos, la veracidad de lo narrado. Al parecer,eso es muy peligroso.

Una acusación de esa naturaleza solo puede existir en un plano irracional y por lo tanto político.

A pesar del carácter etéreo de todo esto, el gran pagano ha sido mi cuerpo, que ha soportado niveles altísimos de estrés, lo que me ha llevado adesdoblarme, a alejarme de él para no lidiar con su dolor, a volver a buscarlo y encontrarlo irreconocible, a alejarme y a volver, una y otra vez.

Etimológicamente la palabra estrés se construyó a partir de «estrecho». Las ratas que Hans Selye sometió a situaciones amenazantes desarrollaban reacciones corporales en busca de equilibrio.

Estos años he visto a mi cuerpo responder a esa amenaza. Atravesar ese callejón estrecho donde cada paso implicaba dolor, una búsqueda animal del equilibrio, de sobrevivir apenas con los dos lenguajes corporales innatos a los que se refería Panero: la risa y el llanto.

 

Geografía de la risa

 

Beware the Jabberwock, my son!

The jaws that bite, the claws that catch!

Beware the Jubjub bird, and shun

The frumious Bandersnatch!

Lewis Carroll

 

Una tarde cualquiera, durante una actividad de socialización en Costa Rica, nos pidieron presentarnos.

 

—Dinos tu nombre y tu profesión.

—Mi nombre es Gerson Ortiz y soy periodista, pero no lo vuelvo a ser.

 

La gente del grupo —la mayoría exiliados centroamericanos con historias brutales de resistencia a los autoritarismos— reía. Había roto bien el hielo,ya no estaba tan nervioso.

Meses después, durante un encuentro global sobre derechos humanos que tuvo lugar en una antigua ciudad holandesa se desarrollaba una dinámicaparecida, pero en inglés…

 

—Please tell us your name and your profession.

—My name is Gerson Ortiz and I am a journalist, but I will not be one again.

 

Nadie reía, las personas que dirigían el taller hacían anotaciones en una libreta. “Okey”, dijo alguien.

Se estaba reconfigurando todo, hasta las motivaciones de la risa.

En ese momento dimensioné que mi lenguaje —que no mi idioma— estaba a kilómetros de mí. Podía unirnos una historia, pero separarnos un pesado océano.

 

El llanto

 

Asistir a los cursos de antropología,

llorando.

Atravesar el África,

llorando.

Oliverio Girondo

 

Una tarde, en Bogotá, el profesor Nelson Freddy Padilla Castro me preguntó sobre los personajes y el escenario de “Derrumbamiento”, cuento de mi libro Soñarás jamás. El diálogo fluía, pasamos a otras preguntas e incluso a La lengua de los gatos, mi segundo libro.

No obstante, hubo una palabra que me fracturó súbitamente, una especie de clave secreta que inexplicablemente desactivó todos los cortafuegos de mi cuerpo y me orilló al ostracismo, al espeso silencio: exilio.

Me esforzaba por contener el llanto. Quería seguir hablando de mis libros, de mi proceso creativo, pero mi cuerpo tenía otras necesidades.

Meses después, en un restaurante de comida china en Madrid, le comenté la anécdota a una amiga que se mueve con vivaz entusiasmo por los meandros de la política. Me explicó que el llanto no puede no ser y que lo que no lloremos hoy, lo lloraremos mañana, porque el llanto, hizo hincapié, es una salida de emergencia.

“Tu cuerpo necesitaba salir de ahí y no te iba a pedir permiso”. Escuché sus conclusiones mientras mordía el mejor char siu de todo el barrio Usera.

 

El bloqueo

 

Que alguna de mis últimas poesías sea convincente

no le resta importancia al hecho de que las compongo

con cada vez mayor indiferencia y repugnancia.

Cesare Pavese

 

Es al arte, quizá, el único lugar donde sobrevive el sentido de las cosas.

El acoso judicial contra los trabajadores de elPeriódico no empezó con la detención de José Rubén. En Guatemala,el poder siempre encuentra formas de reprimir al periodismo, una de ellas es el lawfare.

Cuatro meses antes de que la FECI encarcelara a Zamora y asfixiara económicamente a elPeriódico publicamos una noticia que estresó a una funcionaria pública y nos demandó por violencia contra la mujer. Un juzgado nos ordenó que no volviéramos a mencionar su nombre y nos prohibió acercarnos a su trabajo.

Ya desde entonces enfrentaba un bloqueo, me costaba concentrarme y las ideas de escritura no fluían con la habitualidad a la que me había acostumbrado. Por supuesto que todo fue exponencialmente a peor.

Las tareas más sencillas devinieron en una complejidad irreductible y escribir era simplemente imposible. Durante meses me enfrenté encarnizadamente a la hoja en blanco y fui incapaz de vencerla. Estaba muerto de miedo, no sabía si sería capaz de regresar.

Hoy,todavía no lo sé.

 

Campanario nocturno

 

Muévete hacia adelante y hacia atrás en elcambio.

Rainer Maria Rilke  

 

Rabab es como una luciérnaga: brilla cautelosa y dulce entre el manto frío de la noche sin prestar atención a la grandeza, ternura y fuerza de suluminiscencia. Las personas a su alrededor observamos, no sin asombro, sus milagros cotidianos, algo que Rabab atribuye al simple acto de existir.

En las noches más oscuras del exilio, en las que me sentí como un inmenso bisonte paralizado por el miedo y por la incertidumbre, Rabab siempreencendió su luz y se posó a mi lado para repetirme: “No temas, yo estaré contigo toda la noche”.

Y así ha sido. Solo en su abrazo cobraron sentido absoluto las palabras de Rainer Maria Rilke:

 

Amigo silencioso que has llegado tan lejos,

siente cómo tu respiración crea más espacio a tu alrededor.
Deja que esta oscuridad sea un campanario
y tú la campana. Al sonar,

lo que te golpea se convierte en tu fuerza.
Muévete hacia adelante y hacia atrás en el cambio.
¿Cómo es, esa intensidad de dolor?
Si la bebida es amarga, conviértete en vino…

 

Una lección de periodismo

Soy un rabioso defensor del periodismo

como explicación objetiva

y comprobada, al máximo, de lo que ves.

Juan Cruz Ruiz

 

En Holanda conocí a Edwin, un veterano periodista que había cubierto Latinoamérica en los años de mayor tensión política: los ochenta. Estaba aterrado porque pensé que conversaríamos en inglés, pero su español era perfecto, llevaba décadas ejerciéndolo.

Me dijo que quería contar mi historia para la radio en la que trabajaba y que tenía mucha curiosidad sobre qué hacían los organismos “independientes”(Legislativo, Ejecutivo y Judicial) para detener la irracionalidad con la que el Ministerio Público nos perseguía. Mi respuesta fue tajante: nada.

Caminamos hacia los edificios que en su país representan a esos Poderes.Me preguntó qué hacía el poder Legislativo a las puertas de Binnenhof. Edwin hacía una pieza para radio, un lugar donde el contexto es tan importante como indeterminable. No había manera de que su audiencia comprobara que, en efecto, estaba entrevistándome justo ahí, pero para él era importante hacerlo porque su compromiso ético era colosal.

 

Gatos

En algún momento de nuestras vidas

todos tenemos que decidir si somos o no platónicos.

Marian Engel

 

Después de una pequeña batalla legal, me reencontré con Pucho y Marea,gato y gata que me acompañan en este oficio de vivir.

La casa donde dormimos las primeras noches tenía un olor que puso a ambas pequeñas fieras en alerta. El calmante que tomaron antes de subirse al avión fue perdiendo efectividad y la actitud de ambos era cada vez más animal.

Marea siente ajenas las caricias. Es una hermosa gata bosque de Noruega que ha estudiado a la perfección el lenguaje de la soledad. Pucho es su opuesto inmediato: es un gato común europeo que ha encontrado en el contacto físico su lenguaje de amor.

Esa noche, al empezar a reconocer los olores foráneos, Pucho estaba muy agresivo. Dejaba que nos acercáramos a él, pero bufaba como advertencia de su sentido de alerta. En un descuido me arañó la cara y comprendí su instinto,aunque también el mío: en un terreno desconocido los depredadores imaginarios proliferan. Pucho volvía a darme una lección de vida.

En la madrugada, cuando fue diferenciando mi olor de los demás, me abrazó el cuello y frotó su nariz en mi rostro y en mi pelo. Su ronroneo era un lugar conocido. Ambos nos sentimos más cerca de casa en ese momento.

 

Seguir

 

Fue tan largo el duelo que al final

casi lo confundo con mi hogar.

Vetusta Morla

 

Tengo un libro que Juan Villoro me firmó hace muchos años en Guadalajara. Sus páginas se fueron poniendo amarillas y eso hace que la tintaazul de su dedicatoria sobresalga de la del linotipo.

En algún momento llegué a pensar que muchos de mis libros se pondrían amarillos incluso sin que pudiera empezar a leerlos. La pequeña biblioteca quearmé durante décadas se quedó en Guatemala, inerme frente al paso del tiempo.  

Todos los libros serán vencidos, ninguno sobrevivirá a los años, la humedad, las mudanzas o el abandono. Al final, cuando ya no queden hojas, solopermanece la palabra.

 

Al principio…

Antes del espacio-tiempo,

antes que hubiera antes,

al principio, cuando ni siquiera había principio,

al principio,

era la realidad de la palabra.

Cuando todo era noche, cuando

todos los seres estaban aún oscuros, antes de ser seres,

existía una voz, una palabra clara,

un canto en la noche.

 

Ernesto Cardenal

 

Imagino estas postales en el interior de un cajón, amarillas por la oxidación de la lignina. No intento rescatarlas de las manos de Eón, yo mismono sobreviviré a ellas. Lo que procuro con este viejo oficio es hacerlas pasarpor el alambique del destierro para conservar su elixir porque solo a medidaque se ensancha el lenguaje se ensancha también el mundo.

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Postales amarillas del exilio

Texto de
Fotografía de
Realización de
Ilustración de
Traducción de
11
.
09
.
25
AAAA
Tiempo de Lectura: 00 min

Hace dos años que los sonidos, los sabores, los aromas y las sensaciones térmicas son ajenas. Un equipaje que se ha mudado a un cuerpo futuro, ajeno, pero inexorablemente mío.

A José Rubén Zamora

porque el MP descargó en él todo su odio contra la prensa independiente.

 

A Sole, Valeria, Nacho, Gretel, Anela, Hyeong-sik, Janieke, Maral,Maritza y Dan,

por tender puentes esenciales.

 

A Carmen, Charo, Jorge, Ascen, Mary, Manolo, Ricardo y Juan

porque salvaron mi vida más de una vez.

 

A Julia, Alex, Rony, Cristian, Carlos, Juan Luis, Yves

y todos los periodistas forzados al exilio por defender la palabra.

Hace dos años que los sonidos, los sabores, los aromas y las sensaciones térmicas son ajenas. Un equipaje que se ha mudado a un cuerpo futuro, ajeno,pero inexorablemente mío. Durante este tiempo he entendido el desarraigo como un lugar donde, en periodos muy largos, el silencio, la soledad y el llanto son el único lenguaje posible. Estos son algunos relatos breves del exilio que vivo junto a tantos otros periodistas perseguidos por el Estado de Guatemala.

 

Gerson Ortiz

Gatopardo

 

A veces despierto en la madrugada y me asomo por la ventana. Algunas palomas duermen bajo los aleros de los techos. Las veo respirar a pesar del frío, el viento o la lluvia. Las contemplo por un largo lapso, como la sed mira un manantial. Anhelo su capacidad de adaptarse y envidio el hecho de que el desconocimiento de su fragilidad sea su mayor fortaleza.

En dos años de exilio he atravesado muchos callejones. Los he habitado solitarios, contemplativos, renovadores y de descubrimiento. Otros, quizá los más estrechos, han sido fríos y oscuros.

Estos fragmentos constituyen el relato no lineal de mi exilio, un hecho que atraviesa mi cuerpo y me interpela cada día. Un viaje que, sin importar si vuelva a mi país, no tendrá retorno.

 

Lidiar con la memoria

 

No debiera arrancarse a la gente de su tierra opaís,

no a la fuerza […]. Nacemos y nos cortan el cordón umbilical.

Nos destierran y nadie nos corta la memoria.

Juan Gelman

 

El 28 de febrero de 2023 mi teléfono no dejaba de sonar. Mi nombre estaba en las noticias. La Fiscalía Especial Contra la Impunidad en Guatemala(FECI) había solicitado a un juez que ordenara una investigación contra seis periodistas y dos columnistas de elPeriódico,eso solo podía significar que no se detendrían, que su ambición amenazaba con romperlo todo.

Siete meses atrás esa misma fiscalía había detenido y encarcelado al periodista José Rubén Zamora, quien fundó elPeriódico en 1996 y desde entonces no había dejado de investigar y denunciar la corrupción en un país con uno de los índices más altos de impunidad en la región.

La acusación era inverosímil. La fiscalía quería acusarnos de conspiración para la obstrucción de justicia, delito incluido en la ley contra el crimen organizado, por cubrir el juicio contra Zamora. El propio José Rubén estaba (y está) “involucrado” en esa investigación. Para el poder coercitivo del Estado informar se equiparaba a la conspiración, nos había etiquetado como sus enemigos y no se detendrían hasta detenernos.  

Días después nos informaron que esa fiscalía solicitaría nuestra detención, salir era la única alternativa para evitar la cárcel. La FECI no secontentaría con lo que le hizo a José Rubén, que estuvo más de 800 días en prisión hasta ser liberado el 19 de octubre de 2024. Tampoco le bastó con asfixiar a elPeriódico, medio que Zamora fundó, allanado la noche del 29 de julio de 2023 durante 16 horas, en las que se retuvo a sus trabajadores y se impidió que se imprimiera la siguiente edición.

El plan funcionaba a la medida. El reacomodo de poder y la recuperación de los privilegios que durante décadas denunciamos en elPeriódico estaba cobrando sus facturas. El poder había fracturado al medio más importante del país y no se conformaría con José Rubén, iría también por los otros periodistas.

El Estado no solo no garantizaba nuestra seguridad, era el que nos perseguía y nos quería derribar. Me fui.

Todo cambiaría aquel día, pero mis sentidos eran incapaces de abarcar la onda expansiva…

Sin darme cuenta empecé mi transformación hacia la planta monstruosa que describió Gelman:

Mis raíces están a miles de kilómetros de mí y no nos ata un tallo, nos separan dos mares y un océano. El sol me mira cuando ellas respiran en la noche, duelen de noche bajo el sol.

 

El callejón oscuro aparecía ante mí. Sentí vértigo, pero emprendí elcamino premonitorio.

 

El cuerpo

 

Hasta el corazón,

cuando palpita apresuradamente,

está expresando un enunciado.

Leopoldo María Panero

 

Yo solo quería hacer periodismo narrativo, contar historias de no ficción. Me pasó como a Fito: “Yo que nunca anduve en nada, nunca me metí en política, simplemente fui un muchacho hedonista”. Pero esas son ideas que ninguno de nuestros perseguidores entendió.

Hice un mantra para sobrevivir a mi oficio: en periodismo la convicción es personal, pero el mensaje siempre es político.

Yo no firmaba las notas que publicamos porque no cubría el juicio. Soy señalado de conspirar para obstruir la justicia por editar algunos de esos textos, cuidar el lenguaje, los datos, la veracidad de lo narrado. Al parecer,eso es muy peligroso.

Una acusación de esa naturaleza solo puede existir en un plano irracional y por lo tanto político.

A pesar del carácter etéreo de todo esto, el gran pagano ha sido mi cuerpo, que ha soportado niveles altísimos de estrés, lo que me ha llevado adesdoblarme, a alejarme de él para no lidiar con su dolor, a volver a buscarlo y encontrarlo irreconocible, a alejarme y a volver, una y otra vez.

Etimológicamente la palabra estrés se construyó a partir de «estrecho». Las ratas que Hans Selye sometió a situaciones amenazantes desarrollaban reacciones corporales en busca de equilibrio.

Estos años he visto a mi cuerpo responder a esa amenaza. Atravesar ese callejón estrecho donde cada paso implicaba dolor, una búsqueda animal del equilibrio, de sobrevivir apenas con los dos lenguajes corporales innatos a los que se refería Panero: la risa y el llanto.

 

Geografía de la risa

 

Beware the Jabberwock, my son!

The jaws that bite, the claws that catch!

Beware the Jubjub bird, and shun

The frumious Bandersnatch!

Lewis Carroll

 

Una tarde cualquiera, durante una actividad de socialización en Costa Rica, nos pidieron presentarnos.

 

—Dinos tu nombre y tu profesión.

—Mi nombre es Gerson Ortiz y soy periodista, pero no lo vuelvo a ser.

 

La gente del grupo —la mayoría exiliados centroamericanos con historias brutales de resistencia a los autoritarismos— reía. Había roto bien el hielo,ya no estaba tan nervioso.

Meses después, durante un encuentro global sobre derechos humanos que tuvo lugar en una antigua ciudad holandesa se desarrollaba una dinámicaparecida, pero en inglés…

 

—Please tell us your name and your profession.

—My name is Gerson Ortiz and I am a journalist, but I will not be one again.

 

Nadie reía, las personas que dirigían el taller hacían anotaciones en una libreta. “Okey”, dijo alguien.

Se estaba reconfigurando todo, hasta las motivaciones de la risa.

En ese momento dimensioné que mi lenguaje —que no mi idioma— estaba a kilómetros de mí. Podía unirnos una historia, pero separarnos un pesado océano.

 

El llanto

 

Asistir a los cursos de antropología,

llorando.

Atravesar el África,

llorando.

Oliverio Girondo

 

Una tarde, en Bogotá, el profesor Nelson Freddy Padilla Castro me preguntó sobre los personajes y el escenario de “Derrumbamiento”, cuento de mi libro Soñarás jamás. El diálogo fluía, pasamos a otras preguntas e incluso a La lengua de los gatos, mi segundo libro.

No obstante, hubo una palabra que me fracturó súbitamente, una especie de clave secreta que inexplicablemente desactivó todos los cortafuegos de mi cuerpo y me orilló al ostracismo, al espeso silencio: exilio.

Me esforzaba por contener el llanto. Quería seguir hablando de mis libros, de mi proceso creativo, pero mi cuerpo tenía otras necesidades.

Meses después, en un restaurante de comida china en Madrid, le comenté la anécdota a una amiga que se mueve con vivaz entusiasmo por los meandros de la política. Me explicó que el llanto no puede no ser y que lo que no lloremos hoy, lo lloraremos mañana, porque el llanto, hizo hincapié, es una salida de emergencia.

“Tu cuerpo necesitaba salir de ahí y no te iba a pedir permiso”. Escuché sus conclusiones mientras mordía el mejor char siu de todo el barrio Usera.

 

El bloqueo

 

Que alguna de mis últimas poesías sea convincente

no le resta importancia al hecho de que las compongo

con cada vez mayor indiferencia y repugnancia.

Cesare Pavese

 

Es al arte, quizá, el único lugar donde sobrevive el sentido de las cosas.

El acoso judicial contra los trabajadores de elPeriódico no empezó con la detención de José Rubén. En Guatemala,el poder siempre encuentra formas de reprimir al periodismo, una de ellas es el lawfare.

Cuatro meses antes de que la FECI encarcelara a Zamora y asfixiara económicamente a elPeriódico publicamos una noticia que estresó a una funcionaria pública y nos demandó por violencia contra la mujer. Un juzgado nos ordenó que no volviéramos a mencionar su nombre y nos prohibió acercarnos a su trabajo.

Ya desde entonces enfrentaba un bloqueo, me costaba concentrarme y las ideas de escritura no fluían con la habitualidad a la que me había acostumbrado. Por supuesto que todo fue exponencialmente a peor.

Las tareas más sencillas devinieron en una complejidad irreductible y escribir era simplemente imposible. Durante meses me enfrenté encarnizadamente a la hoja en blanco y fui incapaz de vencerla. Estaba muerto de miedo, no sabía si sería capaz de regresar.

Hoy,todavía no lo sé.

 

Campanario nocturno

 

Muévete hacia adelante y hacia atrás en elcambio.

Rainer Maria Rilke  

 

Rabab es como una luciérnaga: brilla cautelosa y dulce entre el manto frío de la noche sin prestar atención a la grandeza, ternura y fuerza de suluminiscencia. Las personas a su alrededor observamos, no sin asombro, sus milagros cotidianos, algo que Rabab atribuye al simple acto de existir.

En las noches más oscuras del exilio, en las que me sentí como un inmenso bisonte paralizado por el miedo y por la incertidumbre, Rabab siempreencendió su luz y se posó a mi lado para repetirme: “No temas, yo estaré contigo toda la noche”.

Y así ha sido. Solo en su abrazo cobraron sentido absoluto las palabras de Rainer Maria Rilke:

 

Amigo silencioso que has llegado tan lejos,

siente cómo tu respiración crea más espacio a tu alrededor.
Deja que esta oscuridad sea un campanario
y tú la campana. Al sonar,

lo que te golpea se convierte en tu fuerza.
Muévete hacia adelante y hacia atrás en el cambio.
¿Cómo es, esa intensidad de dolor?
Si la bebida es amarga, conviértete en vino…

 

Una lección de periodismo

Soy un rabioso defensor del periodismo

como explicación objetiva

y comprobada, al máximo, de lo que ves.

Juan Cruz Ruiz

 

En Holanda conocí a Edwin, un veterano periodista que había cubierto Latinoamérica en los años de mayor tensión política: los ochenta. Estaba aterrado porque pensé que conversaríamos en inglés, pero su español era perfecto, llevaba décadas ejerciéndolo.

Me dijo que quería contar mi historia para la radio en la que trabajaba y que tenía mucha curiosidad sobre qué hacían los organismos “independientes”(Legislativo, Ejecutivo y Judicial) para detener la irracionalidad con la que el Ministerio Público nos perseguía. Mi respuesta fue tajante: nada.

Caminamos hacia los edificios que en su país representan a esos Poderes.Me preguntó qué hacía el poder Legislativo a las puertas de Binnenhof. Edwin hacía una pieza para radio, un lugar donde el contexto es tan importante como indeterminable. No había manera de que su audiencia comprobara que, en efecto, estaba entrevistándome justo ahí, pero para él era importante hacerlo porque su compromiso ético era colosal.

 

Gatos

En algún momento de nuestras vidas

todos tenemos que decidir si somos o no platónicos.

Marian Engel

 

Después de una pequeña batalla legal, me reencontré con Pucho y Marea,gato y gata que me acompañan en este oficio de vivir.

La casa donde dormimos las primeras noches tenía un olor que puso a ambas pequeñas fieras en alerta. El calmante que tomaron antes de subirse al avión fue perdiendo efectividad y la actitud de ambos era cada vez más animal.

Marea siente ajenas las caricias. Es una hermosa gata bosque de Noruega que ha estudiado a la perfección el lenguaje de la soledad. Pucho es su opuesto inmediato: es un gato común europeo que ha encontrado en el contacto físico su lenguaje de amor.

Esa noche, al empezar a reconocer los olores foráneos, Pucho estaba muy agresivo. Dejaba que nos acercáramos a él, pero bufaba como advertencia de su sentido de alerta. En un descuido me arañó la cara y comprendí su instinto,aunque también el mío: en un terreno desconocido los depredadores imaginarios proliferan. Pucho volvía a darme una lección de vida.

En la madrugada, cuando fue diferenciando mi olor de los demás, me abrazó el cuello y frotó su nariz en mi rostro y en mi pelo. Su ronroneo era un lugar conocido. Ambos nos sentimos más cerca de casa en ese momento.

 

Seguir

 

Fue tan largo el duelo que al final

casi lo confundo con mi hogar.

Vetusta Morla

 

Tengo un libro que Juan Villoro me firmó hace muchos años en Guadalajara. Sus páginas se fueron poniendo amarillas y eso hace que la tintaazul de su dedicatoria sobresalga de la del linotipo.

En algún momento llegué a pensar que muchos de mis libros se pondrían amarillos incluso sin que pudiera empezar a leerlos. La pequeña biblioteca quearmé durante décadas se quedó en Guatemala, inerme frente al paso del tiempo.  

Todos los libros serán vencidos, ninguno sobrevivirá a los años, la humedad, las mudanzas o el abandono. Al final, cuando ya no queden hojas, solopermanece la palabra.

 

Al principio…

Antes del espacio-tiempo,

antes que hubiera antes,

al principio, cuando ni siquiera había principio,

al principio,

era la realidad de la palabra.

Cuando todo era noche, cuando

todos los seres estaban aún oscuros, antes de ser seres,

existía una voz, una palabra clara,

un canto en la noche.

 

Ernesto Cardenal

 

Imagino estas postales en el interior de un cajón, amarillas por la oxidación de la lignina. No intento rescatarlas de las manos de Eón, yo mismono sobreviviré a ellas. Lo que procuro con este viejo oficio es hacerlas pasarpor el alambique del destierro para conservar su elixir porque solo a medidaque se ensancha el lenguaje se ensancha también el mundo.

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Postales amarillas del exilio

Postales amarillas del exilio

11
.
09
.
25
2025
Texto de
Fotografía de
Realización de
Ilustración de
Traducción de
Ver Videos

Hace dos años que los sonidos, los sabores, los aromas y las sensaciones térmicas son ajenas. Un equipaje que se ha mudado a un cuerpo futuro, ajeno, pero inexorablemente mío.

A José Rubén Zamora

porque el MP descargó en él todo su odio contra la prensa independiente.

 

A Sole, Valeria, Nacho, Gretel, Anela, Hyeong-sik, Janieke, Maral,Maritza y Dan,

por tender puentes esenciales.

 

A Carmen, Charo, Jorge, Ascen, Mary, Manolo, Ricardo y Juan

porque salvaron mi vida más de una vez.

 

A Julia, Alex, Rony, Cristian, Carlos, Juan Luis, Yves

y todos los periodistas forzados al exilio por defender la palabra.

Hace dos años que los sonidos, los sabores, los aromas y las sensaciones térmicas son ajenas. Un equipaje que se ha mudado a un cuerpo futuro, ajeno,pero inexorablemente mío. Durante este tiempo he entendido el desarraigo como un lugar donde, en periodos muy largos, el silencio, la soledad y el llanto son el único lenguaje posible. Estos son algunos relatos breves del exilio que vivo junto a tantos otros periodistas perseguidos por el Estado de Guatemala.

 

Gerson Ortiz

Gatopardo

 

A veces despierto en la madrugada y me asomo por la ventana. Algunas palomas duermen bajo los aleros de los techos. Las veo respirar a pesar del frío, el viento o la lluvia. Las contemplo por un largo lapso, como la sed mira un manantial. Anhelo su capacidad de adaptarse y envidio el hecho de que el desconocimiento de su fragilidad sea su mayor fortaleza.

En dos años de exilio he atravesado muchos callejones. Los he habitado solitarios, contemplativos, renovadores y de descubrimiento. Otros, quizá los más estrechos, han sido fríos y oscuros.

Estos fragmentos constituyen el relato no lineal de mi exilio, un hecho que atraviesa mi cuerpo y me interpela cada día. Un viaje que, sin importar si vuelva a mi país, no tendrá retorno.

 

Lidiar con la memoria

 

No debiera arrancarse a la gente de su tierra opaís,

no a la fuerza […]. Nacemos y nos cortan el cordón umbilical.

Nos destierran y nadie nos corta la memoria.

Juan Gelman

 

El 28 de febrero de 2023 mi teléfono no dejaba de sonar. Mi nombre estaba en las noticias. La Fiscalía Especial Contra la Impunidad en Guatemala(FECI) había solicitado a un juez que ordenara una investigación contra seis periodistas y dos columnistas de elPeriódico,eso solo podía significar que no se detendrían, que su ambición amenazaba con romperlo todo.

Siete meses atrás esa misma fiscalía había detenido y encarcelado al periodista José Rubén Zamora, quien fundó elPeriódico en 1996 y desde entonces no había dejado de investigar y denunciar la corrupción en un país con uno de los índices más altos de impunidad en la región.

La acusación era inverosímil. La fiscalía quería acusarnos de conspiración para la obstrucción de justicia, delito incluido en la ley contra el crimen organizado, por cubrir el juicio contra Zamora. El propio José Rubén estaba (y está) “involucrado” en esa investigación. Para el poder coercitivo del Estado informar se equiparaba a la conspiración, nos había etiquetado como sus enemigos y no se detendrían hasta detenernos.  

Días después nos informaron que esa fiscalía solicitaría nuestra detención, salir era la única alternativa para evitar la cárcel. La FECI no secontentaría con lo que le hizo a José Rubén, que estuvo más de 800 días en prisión hasta ser liberado el 19 de octubre de 2024. Tampoco le bastó con asfixiar a elPeriódico, medio que Zamora fundó, allanado la noche del 29 de julio de 2023 durante 16 horas, en las que se retuvo a sus trabajadores y se impidió que se imprimiera la siguiente edición.

El plan funcionaba a la medida. El reacomodo de poder y la recuperación de los privilegios que durante décadas denunciamos en elPeriódico estaba cobrando sus facturas. El poder había fracturado al medio más importante del país y no se conformaría con José Rubén, iría también por los otros periodistas.

El Estado no solo no garantizaba nuestra seguridad, era el que nos perseguía y nos quería derribar. Me fui.

Todo cambiaría aquel día, pero mis sentidos eran incapaces de abarcar la onda expansiva…

Sin darme cuenta empecé mi transformación hacia la planta monstruosa que describió Gelman:

Mis raíces están a miles de kilómetros de mí y no nos ata un tallo, nos separan dos mares y un océano. El sol me mira cuando ellas respiran en la noche, duelen de noche bajo el sol.

 

El callejón oscuro aparecía ante mí. Sentí vértigo, pero emprendí elcamino premonitorio.

 

El cuerpo

 

Hasta el corazón,

cuando palpita apresuradamente,

está expresando un enunciado.

Leopoldo María Panero

 

Yo solo quería hacer periodismo narrativo, contar historias de no ficción. Me pasó como a Fito: “Yo que nunca anduve en nada, nunca me metí en política, simplemente fui un muchacho hedonista”. Pero esas son ideas que ninguno de nuestros perseguidores entendió.

Hice un mantra para sobrevivir a mi oficio: en periodismo la convicción es personal, pero el mensaje siempre es político.

Yo no firmaba las notas que publicamos porque no cubría el juicio. Soy señalado de conspirar para obstruir la justicia por editar algunos de esos textos, cuidar el lenguaje, los datos, la veracidad de lo narrado. Al parecer,eso es muy peligroso.

Una acusación de esa naturaleza solo puede existir en un plano irracional y por lo tanto político.

A pesar del carácter etéreo de todo esto, el gran pagano ha sido mi cuerpo, que ha soportado niveles altísimos de estrés, lo que me ha llevado adesdoblarme, a alejarme de él para no lidiar con su dolor, a volver a buscarlo y encontrarlo irreconocible, a alejarme y a volver, una y otra vez.

Etimológicamente la palabra estrés se construyó a partir de «estrecho». Las ratas que Hans Selye sometió a situaciones amenazantes desarrollaban reacciones corporales en busca de equilibrio.

Estos años he visto a mi cuerpo responder a esa amenaza. Atravesar ese callejón estrecho donde cada paso implicaba dolor, una búsqueda animal del equilibrio, de sobrevivir apenas con los dos lenguajes corporales innatos a los que se refería Panero: la risa y el llanto.

 

Geografía de la risa

 

Beware the Jabberwock, my son!

The jaws that bite, the claws that catch!

Beware the Jubjub bird, and shun

The frumious Bandersnatch!

Lewis Carroll

 

Una tarde cualquiera, durante una actividad de socialización en Costa Rica, nos pidieron presentarnos.

 

—Dinos tu nombre y tu profesión.

—Mi nombre es Gerson Ortiz y soy periodista, pero no lo vuelvo a ser.

 

La gente del grupo —la mayoría exiliados centroamericanos con historias brutales de resistencia a los autoritarismos— reía. Había roto bien el hielo,ya no estaba tan nervioso.

Meses después, durante un encuentro global sobre derechos humanos que tuvo lugar en una antigua ciudad holandesa se desarrollaba una dinámicaparecida, pero en inglés…

 

—Please tell us your name and your profession.

—My name is Gerson Ortiz and I am a journalist, but I will not be one again.

 

Nadie reía, las personas que dirigían el taller hacían anotaciones en una libreta. “Okey”, dijo alguien.

Se estaba reconfigurando todo, hasta las motivaciones de la risa.

En ese momento dimensioné que mi lenguaje —que no mi idioma— estaba a kilómetros de mí. Podía unirnos una historia, pero separarnos un pesado océano.

 

El llanto

 

Asistir a los cursos de antropología,

llorando.

Atravesar el África,

llorando.

Oliverio Girondo

 

Una tarde, en Bogotá, el profesor Nelson Freddy Padilla Castro me preguntó sobre los personajes y el escenario de “Derrumbamiento”, cuento de mi libro Soñarás jamás. El diálogo fluía, pasamos a otras preguntas e incluso a La lengua de los gatos, mi segundo libro.

No obstante, hubo una palabra que me fracturó súbitamente, una especie de clave secreta que inexplicablemente desactivó todos los cortafuegos de mi cuerpo y me orilló al ostracismo, al espeso silencio: exilio.

Me esforzaba por contener el llanto. Quería seguir hablando de mis libros, de mi proceso creativo, pero mi cuerpo tenía otras necesidades.

Meses después, en un restaurante de comida china en Madrid, le comenté la anécdota a una amiga que se mueve con vivaz entusiasmo por los meandros de la política. Me explicó que el llanto no puede no ser y que lo que no lloremos hoy, lo lloraremos mañana, porque el llanto, hizo hincapié, es una salida de emergencia.

“Tu cuerpo necesitaba salir de ahí y no te iba a pedir permiso”. Escuché sus conclusiones mientras mordía el mejor char siu de todo el barrio Usera.

 

El bloqueo

 

Que alguna de mis últimas poesías sea convincente

no le resta importancia al hecho de que las compongo

con cada vez mayor indiferencia y repugnancia.

Cesare Pavese

 

Es al arte, quizá, el único lugar donde sobrevive el sentido de las cosas.

El acoso judicial contra los trabajadores de elPeriódico no empezó con la detención de José Rubén. En Guatemala,el poder siempre encuentra formas de reprimir al periodismo, una de ellas es el lawfare.

Cuatro meses antes de que la FECI encarcelara a Zamora y asfixiara económicamente a elPeriódico publicamos una noticia que estresó a una funcionaria pública y nos demandó por violencia contra la mujer. Un juzgado nos ordenó que no volviéramos a mencionar su nombre y nos prohibió acercarnos a su trabajo.

Ya desde entonces enfrentaba un bloqueo, me costaba concentrarme y las ideas de escritura no fluían con la habitualidad a la que me había acostumbrado. Por supuesto que todo fue exponencialmente a peor.

Las tareas más sencillas devinieron en una complejidad irreductible y escribir era simplemente imposible. Durante meses me enfrenté encarnizadamente a la hoja en blanco y fui incapaz de vencerla. Estaba muerto de miedo, no sabía si sería capaz de regresar.

Hoy,todavía no lo sé.

 

Campanario nocturno

 

Muévete hacia adelante y hacia atrás en elcambio.

Rainer Maria Rilke  

 

Rabab es como una luciérnaga: brilla cautelosa y dulce entre el manto frío de la noche sin prestar atención a la grandeza, ternura y fuerza de suluminiscencia. Las personas a su alrededor observamos, no sin asombro, sus milagros cotidianos, algo que Rabab atribuye al simple acto de existir.

En las noches más oscuras del exilio, en las que me sentí como un inmenso bisonte paralizado por el miedo y por la incertidumbre, Rabab siempreencendió su luz y se posó a mi lado para repetirme: “No temas, yo estaré contigo toda la noche”.

Y así ha sido. Solo en su abrazo cobraron sentido absoluto las palabras de Rainer Maria Rilke:

 

Amigo silencioso que has llegado tan lejos,

siente cómo tu respiración crea más espacio a tu alrededor.
Deja que esta oscuridad sea un campanario
y tú la campana. Al sonar,

lo que te golpea se convierte en tu fuerza.
Muévete hacia adelante y hacia atrás en el cambio.
¿Cómo es, esa intensidad de dolor?
Si la bebida es amarga, conviértete en vino…

 

Una lección de periodismo

Soy un rabioso defensor del periodismo

como explicación objetiva

y comprobada, al máximo, de lo que ves.

Juan Cruz Ruiz

 

En Holanda conocí a Edwin, un veterano periodista que había cubierto Latinoamérica en los años de mayor tensión política: los ochenta. Estaba aterrado porque pensé que conversaríamos en inglés, pero su español era perfecto, llevaba décadas ejerciéndolo.

Me dijo que quería contar mi historia para la radio en la que trabajaba y que tenía mucha curiosidad sobre qué hacían los organismos “independientes”(Legislativo, Ejecutivo y Judicial) para detener la irracionalidad con la que el Ministerio Público nos perseguía. Mi respuesta fue tajante: nada.

Caminamos hacia los edificios que en su país representan a esos Poderes.Me preguntó qué hacía el poder Legislativo a las puertas de Binnenhof. Edwin hacía una pieza para radio, un lugar donde el contexto es tan importante como indeterminable. No había manera de que su audiencia comprobara que, en efecto, estaba entrevistándome justo ahí, pero para él era importante hacerlo porque su compromiso ético era colosal.

 

Gatos

En algún momento de nuestras vidas

todos tenemos que decidir si somos o no platónicos.

Marian Engel

 

Después de una pequeña batalla legal, me reencontré con Pucho y Marea,gato y gata que me acompañan en este oficio de vivir.

La casa donde dormimos las primeras noches tenía un olor que puso a ambas pequeñas fieras en alerta. El calmante que tomaron antes de subirse al avión fue perdiendo efectividad y la actitud de ambos era cada vez más animal.

Marea siente ajenas las caricias. Es una hermosa gata bosque de Noruega que ha estudiado a la perfección el lenguaje de la soledad. Pucho es su opuesto inmediato: es un gato común europeo que ha encontrado en el contacto físico su lenguaje de amor.

Esa noche, al empezar a reconocer los olores foráneos, Pucho estaba muy agresivo. Dejaba que nos acercáramos a él, pero bufaba como advertencia de su sentido de alerta. En un descuido me arañó la cara y comprendí su instinto,aunque también el mío: en un terreno desconocido los depredadores imaginarios proliferan. Pucho volvía a darme una lección de vida.

En la madrugada, cuando fue diferenciando mi olor de los demás, me abrazó el cuello y frotó su nariz en mi rostro y en mi pelo. Su ronroneo era un lugar conocido. Ambos nos sentimos más cerca de casa en ese momento.

 

Seguir

 

Fue tan largo el duelo que al final

casi lo confundo con mi hogar.

Vetusta Morla

 

Tengo un libro que Juan Villoro me firmó hace muchos años en Guadalajara. Sus páginas se fueron poniendo amarillas y eso hace que la tintaazul de su dedicatoria sobresalga de la del linotipo.

En algún momento llegué a pensar que muchos de mis libros se pondrían amarillos incluso sin que pudiera empezar a leerlos. La pequeña biblioteca quearmé durante décadas se quedó en Guatemala, inerme frente al paso del tiempo.  

Todos los libros serán vencidos, ninguno sobrevivirá a los años, la humedad, las mudanzas o el abandono. Al final, cuando ya no queden hojas, solopermanece la palabra.

 

Al principio…

Antes del espacio-tiempo,

antes que hubiera antes,

al principio, cuando ni siquiera había principio,

al principio,

era la realidad de la palabra.

Cuando todo era noche, cuando

todos los seres estaban aún oscuros, antes de ser seres,

existía una voz, una palabra clara,

un canto en la noche.

 

Ernesto Cardenal

 

Imagino estas postales en el interior de un cajón, amarillas por la oxidación de la lignina. No intento rescatarlas de las manos de Eón, yo mismono sobreviviré a ellas. Lo que procuro con este viejo oficio es hacerlas pasarpor el alambique del destierro para conservar su elixir porque solo a medidaque se ensancha el lenguaje se ensancha también el mundo.

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Tiempo de Lectura: 00 min

Hace dos años que los sonidos, los sabores, los aromas y las sensaciones térmicas son ajenas. Un equipaje que se ha mudado a un cuerpo futuro, ajeno, pero inexorablemente mío.

Texto de
Fotografía de
Realización de
Ilustración de
Traducción de

A José Rubén Zamora

porque el MP descargó en él todo su odio contra la prensa independiente.

 

A Sole, Valeria, Nacho, Gretel, Anela, Hyeong-sik, Janieke, Maral,Maritza y Dan,

por tender puentes esenciales.

 

A Carmen, Charo, Jorge, Ascen, Mary, Manolo, Ricardo y Juan

porque salvaron mi vida más de una vez.

 

A Julia, Alex, Rony, Cristian, Carlos, Juan Luis, Yves

y todos los periodistas forzados al exilio por defender la palabra.

Hace dos años que los sonidos, los sabores, los aromas y las sensaciones térmicas son ajenas. Un equipaje que se ha mudado a un cuerpo futuro, ajeno,pero inexorablemente mío. Durante este tiempo he entendido el desarraigo como un lugar donde, en periodos muy largos, el silencio, la soledad y el llanto son el único lenguaje posible. Estos son algunos relatos breves del exilio que vivo junto a tantos otros periodistas perseguidos por el Estado de Guatemala.

 

Gerson Ortiz

Gatopardo

 

A veces despierto en la madrugada y me asomo por la ventana. Algunas palomas duermen bajo los aleros de los techos. Las veo respirar a pesar del frío, el viento o la lluvia. Las contemplo por un largo lapso, como la sed mira un manantial. Anhelo su capacidad de adaptarse y envidio el hecho de que el desconocimiento de su fragilidad sea su mayor fortaleza.

En dos años de exilio he atravesado muchos callejones. Los he habitado solitarios, contemplativos, renovadores y de descubrimiento. Otros, quizá los más estrechos, han sido fríos y oscuros.

Estos fragmentos constituyen el relato no lineal de mi exilio, un hecho que atraviesa mi cuerpo y me interpela cada día. Un viaje que, sin importar si vuelva a mi país, no tendrá retorno.

 

Lidiar con la memoria

 

No debiera arrancarse a la gente de su tierra opaís,

no a la fuerza […]. Nacemos y nos cortan el cordón umbilical.

Nos destierran y nadie nos corta la memoria.

Juan Gelman

 

El 28 de febrero de 2023 mi teléfono no dejaba de sonar. Mi nombre estaba en las noticias. La Fiscalía Especial Contra la Impunidad en Guatemala(FECI) había solicitado a un juez que ordenara una investigación contra seis periodistas y dos columnistas de elPeriódico,eso solo podía significar que no se detendrían, que su ambición amenazaba con romperlo todo.

Siete meses atrás esa misma fiscalía había detenido y encarcelado al periodista José Rubén Zamora, quien fundó elPeriódico en 1996 y desde entonces no había dejado de investigar y denunciar la corrupción en un país con uno de los índices más altos de impunidad en la región.

La acusación era inverosímil. La fiscalía quería acusarnos de conspiración para la obstrucción de justicia, delito incluido en la ley contra el crimen organizado, por cubrir el juicio contra Zamora. El propio José Rubén estaba (y está) “involucrado” en esa investigación. Para el poder coercitivo del Estado informar se equiparaba a la conspiración, nos había etiquetado como sus enemigos y no se detendrían hasta detenernos.  

Días después nos informaron que esa fiscalía solicitaría nuestra detención, salir era la única alternativa para evitar la cárcel. La FECI no secontentaría con lo que le hizo a José Rubén, que estuvo más de 800 días en prisión hasta ser liberado el 19 de octubre de 2024. Tampoco le bastó con asfixiar a elPeriódico, medio que Zamora fundó, allanado la noche del 29 de julio de 2023 durante 16 horas, en las que se retuvo a sus trabajadores y se impidió que se imprimiera la siguiente edición.

El plan funcionaba a la medida. El reacomodo de poder y la recuperación de los privilegios que durante décadas denunciamos en elPeriódico estaba cobrando sus facturas. El poder había fracturado al medio más importante del país y no se conformaría con José Rubén, iría también por los otros periodistas.

El Estado no solo no garantizaba nuestra seguridad, era el que nos perseguía y nos quería derribar. Me fui.

Todo cambiaría aquel día, pero mis sentidos eran incapaces de abarcar la onda expansiva…

Sin darme cuenta empecé mi transformación hacia la planta monstruosa que describió Gelman:

Mis raíces están a miles de kilómetros de mí y no nos ata un tallo, nos separan dos mares y un océano. El sol me mira cuando ellas respiran en la noche, duelen de noche bajo el sol.

 

El callejón oscuro aparecía ante mí. Sentí vértigo, pero emprendí elcamino premonitorio.

 

El cuerpo

 

Hasta el corazón,

cuando palpita apresuradamente,

está expresando un enunciado.

Leopoldo María Panero

 

Yo solo quería hacer periodismo narrativo, contar historias de no ficción. Me pasó como a Fito: “Yo que nunca anduve en nada, nunca me metí en política, simplemente fui un muchacho hedonista”. Pero esas son ideas que ninguno de nuestros perseguidores entendió.

Hice un mantra para sobrevivir a mi oficio: en periodismo la convicción es personal, pero el mensaje siempre es político.

Yo no firmaba las notas que publicamos porque no cubría el juicio. Soy señalado de conspirar para obstruir la justicia por editar algunos de esos textos, cuidar el lenguaje, los datos, la veracidad de lo narrado. Al parecer,eso es muy peligroso.

Una acusación de esa naturaleza solo puede existir en un plano irracional y por lo tanto político.

A pesar del carácter etéreo de todo esto, el gran pagano ha sido mi cuerpo, que ha soportado niveles altísimos de estrés, lo que me ha llevado adesdoblarme, a alejarme de él para no lidiar con su dolor, a volver a buscarlo y encontrarlo irreconocible, a alejarme y a volver, una y otra vez.

Etimológicamente la palabra estrés se construyó a partir de «estrecho». Las ratas que Hans Selye sometió a situaciones amenazantes desarrollaban reacciones corporales en busca de equilibrio.

Estos años he visto a mi cuerpo responder a esa amenaza. Atravesar ese callejón estrecho donde cada paso implicaba dolor, una búsqueda animal del equilibrio, de sobrevivir apenas con los dos lenguajes corporales innatos a los que se refería Panero: la risa y el llanto.

 

Geografía de la risa

 

Beware the Jabberwock, my son!

The jaws that bite, the claws that catch!

Beware the Jubjub bird, and shun

The frumious Bandersnatch!

Lewis Carroll

 

Una tarde cualquiera, durante una actividad de socialización en Costa Rica, nos pidieron presentarnos.

 

—Dinos tu nombre y tu profesión.

—Mi nombre es Gerson Ortiz y soy periodista, pero no lo vuelvo a ser.

 

La gente del grupo —la mayoría exiliados centroamericanos con historias brutales de resistencia a los autoritarismos— reía. Había roto bien el hielo,ya no estaba tan nervioso.

Meses después, durante un encuentro global sobre derechos humanos que tuvo lugar en una antigua ciudad holandesa se desarrollaba una dinámicaparecida, pero en inglés…

 

—Please tell us your name and your profession.

—My name is Gerson Ortiz and I am a journalist, but I will not be one again.

 

Nadie reía, las personas que dirigían el taller hacían anotaciones en una libreta. “Okey”, dijo alguien.

Se estaba reconfigurando todo, hasta las motivaciones de la risa.

En ese momento dimensioné que mi lenguaje —que no mi idioma— estaba a kilómetros de mí. Podía unirnos una historia, pero separarnos un pesado océano.

 

El llanto

 

Asistir a los cursos de antropología,

llorando.

Atravesar el África,

llorando.

Oliverio Girondo

 

Una tarde, en Bogotá, el profesor Nelson Freddy Padilla Castro me preguntó sobre los personajes y el escenario de “Derrumbamiento”, cuento de mi libro Soñarás jamás. El diálogo fluía, pasamos a otras preguntas e incluso a La lengua de los gatos, mi segundo libro.

No obstante, hubo una palabra que me fracturó súbitamente, una especie de clave secreta que inexplicablemente desactivó todos los cortafuegos de mi cuerpo y me orilló al ostracismo, al espeso silencio: exilio.

Me esforzaba por contener el llanto. Quería seguir hablando de mis libros, de mi proceso creativo, pero mi cuerpo tenía otras necesidades.

Meses después, en un restaurante de comida china en Madrid, le comenté la anécdota a una amiga que se mueve con vivaz entusiasmo por los meandros de la política. Me explicó que el llanto no puede no ser y que lo que no lloremos hoy, lo lloraremos mañana, porque el llanto, hizo hincapié, es una salida de emergencia.

“Tu cuerpo necesitaba salir de ahí y no te iba a pedir permiso”. Escuché sus conclusiones mientras mordía el mejor char siu de todo el barrio Usera.

 

El bloqueo

 

Que alguna de mis últimas poesías sea convincente

no le resta importancia al hecho de que las compongo

con cada vez mayor indiferencia y repugnancia.

Cesare Pavese

 

Es al arte, quizá, el único lugar donde sobrevive el sentido de las cosas.

El acoso judicial contra los trabajadores de elPeriódico no empezó con la detención de José Rubén. En Guatemala,el poder siempre encuentra formas de reprimir al periodismo, una de ellas es el lawfare.

Cuatro meses antes de que la FECI encarcelara a Zamora y asfixiara económicamente a elPeriódico publicamos una noticia que estresó a una funcionaria pública y nos demandó por violencia contra la mujer. Un juzgado nos ordenó que no volviéramos a mencionar su nombre y nos prohibió acercarnos a su trabajo.

Ya desde entonces enfrentaba un bloqueo, me costaba concentrarme y las ideas de escritura no fluían con la habitualidad a la que me había acostumbrado. Por supuesto que todo fue exponencialmente a peor.

Las tareas más sencillas devinieron en una complejidad irreductible y escribir era simplemente imposible. Durante meses me enfrenté encarnizadamente a la hoja en blanco y fui incapaz de vencerla. Estaba muerto de miedo, no sabía si sería capaz de regresar.

Hoy,todavía no lo sé.

 

Campanario nocturno

 

Muévete hacia adelante y hacia atrás en elcambio.

Rainer Maria Rilke  

 

Rabab es como una luciérnaga: brilla cautelosa y dulce entre el manto frío de la noche sin prestar atención a la grandeza, ternura y fuerza de suluminiscencia. Las personas a su alrededor observamos, no sin asombro, sus milagros cotidianos, algo que Rabab atribuye al simple acto de existir.

En las noches más oscuras del exilio, en las que me sentí como un inmenso bisonte paralizado por el miedo y por la incertidumbre, Rabab siempreencendió su luz y se posó a mi lado para repetirme: “No temas, yo estaré contigo toda la noche”.

Y así ha sido. Solo en su abrazo cobraron sentido absoluto las palabras de Rainer Maria Rilke:

 

Amigo silencioso que has llegado tan lejos,

siente cómo tu respiración crea más espacio a tu alrededor.
Deja que esta oscuridad sea un campanario
y tú la campana. Al sonar,

lo que te golpea se convierte en tu fuerza.
Muévete hacia adelante y hacia atrás en el cambio.
¿Cómo es, esa intensidad de dolor?
Si la bebida es amarga, conviértete en vino…

 

Una lección de periodismo

Soy un rabioso defensor del periodismo

como explicación objetiva

y comprobada, al máximo, de lo que ves.

Juan Cruz Ruiz

 

En Holanda conocí a Edwin, un veterano periodista que había cubierto Latinoamérica en los años de mayor tensión política: los ochenta. Estaba aterrado porque pensé que conversaríamos en inglés, pero su español era perfecto, llevaba décadas ejerciéndolo.

Me dijo que quería contar mi historia para la radio en la que trabajaba y que tenía mucha curiosidad sobre qué hacían los organismos “independientes”(Legislativo, Ejecutivo y Judicial) para detener la irracionalidad con la que el Ministerio Público nos perseguía. Mi respuesta fue tajante: nada.

Caminamos hacia los edificios que en su país representan a esos Poderes.Me preguntó qué hacía el poder Legislativo a las puertas de Binnenhof. Edwin hacía una pieza para radio, un lugar donde el contexto es tan importante como indeterminable. No había manera de que su audiencia comprobara que, en efecto, estaba entrevistándome justo ahí, pero para él era importante hacerlo porque su compromiso ético era colosal.

 

Gatos

En algún momento de nuestras vidas

todos tenemos que decidir si somos o no platónicos.

Marian Engel

 

Después de una pequeña batalla legal, me reencontré con Pucho y Marea,gato y gata que me acompañan en este oficio de vivir.

La casa donde dormimos las primeras noches tenía un olor que puso a ambas pequeñas fieras en alerta. El calmante que tomaron antes de subirse al avión fue perdiendo efectividad y la actitud de ambos era cada vez más animal.

Marea siente ajenas las caricias. Es una hermosa gata bosque de Noruega que ha estudiado a la perfección el lenguaje de la soledad. Pucho es su opuesto inmediato: es un gato común europeo que ha encontrado en el contacto físico su lenguaje de amor.

Esa noche, al empezar a reconocer los olores foráneos, Pucho estaba muy agresivo. Dejaba que nos acercáramos a él, pero bufaba como advertencia de su sentido de alerta. En un descuido me arañó la cara y comprendí su instinto,aunque también el mío: en un terreno desconocido los depredadores imaginarios proliferan. Pucho volvía a darme una lección de vida.

En la madrugada, cuando fue diferenciando mi olor de los demás, me abrazó el cuello y frotó su nariz en mi rostro y en mi pelo. Su ronroneo era un lugar conocido. Ambos nos sentimos más cerca de casa en ese momento.

 

Seguir

 

Fue tan largo el duelo que al final

casi lo confundo con mi hogar.

Vetusta Morla

 

Tengo un libro que Juan Villoro me firmó hace muchos años en Guadalajara. Sus páginas se fueron poniendo amarillas y eso hace que la tintaazul de su dedicatoria sobresalga de la del linotipo.

En algún momento llegué a pensar que muchos de mis libros se pondrían amarillos incluso sin que pudiera empezar a leerlos. La pequeña biblioteca quearmé durante décadas se quedó en Guatemala, inerme frente al paso del tiempo.  

Todos los libros serán vencidos, ninguno sobrevivirá a los años, la humedad, las mudanzas o el abandono. Al final, cuando ya no queden hojas, solopermanece la palabra.

 

Al principio…

Antes del espacio-tiempo,

antes que hubiera antes,

al principio, cuando ni siquiera había principio,

al principio,

era la realidad de la palabra.

Cuando todo era noche, cuando

todos los seres estaban aún oscuros, antes de ser seres,

existía una voz, una palabra clara,

un canto en la noche.

 

Ernesto Cardenal

 

Imagino estas postales en el interior de un cajón, amarillas por la oxidación de la lignina. No intento rescatarlas de las manos de Eón, yo mismono sobreviviré a ellas. Lo que procuro con este viejo oficio es hacerlas pasarpor el alambique del destierro para conservar su elixir porque solo a medidaque se ensancha el lenguaje se ensancha también el mundo.

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