Muriel Alarcón

Autor
Es periodista chilena y tiene un MA en periodismo de ciencias y salud de la Universidad de Columbia en Nueva York. En Chile es colaboradora habitual de los diarios El Mercurio y La Segunda y es académica de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad Católica. En EEUU fue fellow del Global Migration Project de la Unidad de Periodismo Investigativo de Columbia y en la actualidad es becaria del Programa Joan Konner en Periodismo de Ideas y Climate Science Fellow del Pulitzer Center. Su trabajo ha sido publicado en medios como The New York Times, NY Magazine y MIT Technology Review. @murialalu
El tesoro cautivo en las turberas del sur de Chile
Chile alberga alrededor de tres millones de hectáreas de turberas, un tipo de humedal que juega un papel relevante en la regulación del clima al capturar carbono de la atmósfera. Hoy, la explotación indiscriminada del pompón, un musgo que crece en ellas, amenaza esa capacidad de mitigación. Mientras en ese país se discute un proyecto de ley para proteger las turberas, un grupo de científicos chilenos busca la solución para preservar y regenerar estos ecosistemas y mantener la estabilidad económica de quienes viven del pompón.
"Hoy el periodismo es muy conformista. Todos están tratando de hacer la misma historia": Gay Talese
A los 91 años, a poco de publicar su libro número quince, la leyenda del “nuevo periodismo” habla de su nuevo trabajo que, reconoce, puede ser el último. Revela, con orgullo, su resistencia a dejarse gobernar por la tecnología: “Es una fiesta a la que no estoy invitado. ¿Y qué? No me importa”. Comparte su desilusión por los periodistas de hoy: “No tienen la sensación de que están en el reino de los artistas”, y agrega: “Es como ir a una obra de Broadway donde nadie está protagonizando nada. ¿Quién actúa? No lo sabes”.
"Hoy el periodismo es muy conformista. Todos están tratando de hacer la misma historia": Gay Talese
A los 91 años, a poco de publicar su libro número quince, la leyenda del “nuevo periodismo” habla de su nuevo trabajo que, reconoce, puede ser el último. Revela, con orgullo, su resistencia a dejarse gobernar por la tecnología: “Es una fiesta a la que no estoy invitado. ¿Y qué? No me importa”. Comparte su desilusión por los periodistas de hoy: “No tienen la sensación de que están en el reino de los artistas”, y agrega: “Es como ir a una obra de Broadway donde nadie está protagonizando nada. ¿Quién actúa? No lo sabes”.