Podría decirse que los cubanos han vivido permanentemente en crisis. En los últimos años, además, se han enfrentado a una de las oleadas migratorias más alarmantes de su historia. En un contexto de represión, escasez y violaciones a los derechos humanos y a la libertad de expresión, la falta de una alternativa política al régimen comunista ha hecho que periodistas, artistas y activistas tengan que elegir entre el exilio o la cárcel. En el caso cubano, el exilio es un privilegio, fundamentalmente blanco, instruido, intelectual.
Podría decirse que los cubanos han vivido permanentemente en crisis. En los últimos años, además, se han enfrentado a una de las oleadas migratorias más alarmantes de su historia. En un contexto de represión, escasez y violaciones a los derechos humanos y a la libertad de expresión, la falta de una alternativa política al régimen comunista ha hecho que periodistas, artistas y activistas tengan que elegir entre el exilio o la cárcel. En el caso cubano, el exilio es un privilegio, fundamentalmente blanco, instruido, intelectual.
Podría decirse que los cubanos han vivido permanentemente en crisis. En los últimos años, además, se han enfrentado a una de las oleadas migratorias más alarmantes de su historia. En un contexto de represión, escasez y violaciones a los derechos humanos y a la libertad de expresión, la falta de una alternativa política al régimen comunista ha hecho que periodistas, artistas y activistas tengan que elegir entre el exilio o la cárcel. En el caso cubano, el exilio es un privilegio, fundamentalmente blanco, instruido, intelectual.
Podría decirse que los cubanos han vivido permanentemente en crisis. En los últimos años, además, se han enfrentado a una de las oleadas migratorias más alarmantes de su historia. En un contexto de represión, escasez y violaciones a los derechos humanos y a la libertad de expresión, la falta de una alternativa política al régimen comunista ha hecho que periodistas, artistas y activistas tengan que elegir entre el exilio o la cárcel. En el caso cubano, el exilio es un privilegio, fundamentalmente blanco, instruido, intelectual.
Podría decirse que los cubanos han vivido permanentemente en crisis. En los últimos años, además, se han enfrentado a una de las oleadas migratorias más alarmantes de su historia. En un contexto de represión, escasez y violaciones a los derechos humanos y a la libertad de expresión, la falta de una alternativa política al régimen comunista ha hecho que periodistas, artistas y activistas tengan que elegir entre el exilio o la cárcel. En el caso cubano, el exilio es un privilegio, fundamentalmente blanco, instruido, intelectual.
Podría decirse que los cubanos han vivido permanentemente en crisis. En los últimos años, además, se han enfrentado a una de las oleadas migratorias más alarmantes de su historia. En un contexto de represión, escasez y violaciones a los derechos humanos y a la libertad de expresión, la falta de una alternativa política al régimen comunista ha hecho que periodistas, artistas y activistas tengan que elegir entre el exilio o la cárcel. En el caso cubano, el exilio es un privilegio, fundamentalmente blanco, instruido, intelectual.
Podría decirse que los cubanos han vivido permanentemente en crisis. En los últimos años, además, se han enfrentado a una de las oleadas migratorias más alarmantes de su historia. En un contexto de represión, escasez y violaciones a los derechos humanos y a la libertad de expresión, la falta de una alternativa política al régimen comunista ha hecho que periodistas, artistas y activistas tengan que elegir entre el exilio o la cárcel. En el caso cubano, el exilio es un privilegio, fundamentalmente blanco, instruido, intelectual.
Podría decirse que los cubanos han vivido permanentemente en crisis. En los últimos años, además, se han enfrentado a una de las oleadas migratorias más alarmantes de su historia. En un contexto de represión, escasez y violaciones a los derechos humanos y a la libertad de expresión, la falta de una alternativa política al régimen comunista ha hecho que periodistas, artistas y activistas tengan que elegir entre el exilio o la cárcel. En el caso cubano, el exilio es un privilegio, fundamentalmente blanco, instruido, intelectual.
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