Carta Editorial
Gatopardo, la revista que desde el año 2000 contribuye a crear y promover el periodismo narrativo en América Latina, inicia una nueva etapa con su edición 212. Las mejores crónicas en nuestro idioma se publican en sus páginas, escritas por autores que han ganado reconocimiento justo por ellas. ¿Hacia dónde, entonces, dirigir una publicación que se ha distinguido por formar una tradición próspera en el periodismo de nuestra región?
Para empezar, hoy es mucho más que una revista, es una plataforma de periodismo que se extiende gradualmente en una variedad de medios, además del impreso: un sitio web, audiovisuales, podcasts, narrativas visuales que presentan historias de maneras innovadoras y sintetizan información compleja para hacerla útil y accesible. Gatopardo se instala decididamente en el mundo digital para incidir en los temas más relevantes de manera crítica.
El nuevo sitio web se encuentra en plena transformación. Su primer paso fue reconocer la importancia de la opinión que alienta el debate público. Hemos invitado a especialistas en periodismo, derecho, política, historia, arte, lingüística, medio ambiente y ciencia, entre otros; nuestro cartel de columnistas expresa el carácter plural de la plataforma. Habrá personalidades de amplio reconocimiento para las audiencias; habrá algunas otras que, con su colaboración, nos permitan cumplir una parte fundamental de nuestra misión: darle voz a quienes no la han tenido, privilegiando siempre el talento y el valor de su mensaje. Gatopardo quiere ser un lugar donde podamos conciliar nuestros desacuerdos, asimilar nuestras diferencias, reconocer las metas comunes y crear rumbos que nos incluyan a todos.
El nuevo consejo editorial, integrado por hombres y mujeres en igualdad, persigue el mismo propósito. Nada de lo que dice esta carta editorial sería posible sin su compañía y consejos. Cada uno, desde su disciplina y experiencia, aporta su visión, conocimiento y compromiso social para que esta plataforma sea realmente diversa.
Gatopardo ha sido y será siempre sus crónicas y reportajes. De ahí que conserve con orgullo su versión impresa, al tiempo que la renueva. Este nuevo número de la revista tiene más páginas, que no solamente le permiten publicar a más autores, sino también ofrecer múltiples historias escritas desde los distintos países de América Latina. Dos décadas nos bastan para afirmar que este tipo de periodismo retrata fielmente las vidas de los latinoamericanos y le hace justicia a la complejidad de los contextos de nuestras sociedades. En esta etapa, cada edición desarrollará un eje temático relevante para nuestra región. Mediante una variedad de reportajes, perfiles, crónicas y fotoensayos, nuestros lectores obtendrán una visión crítica y panorámica de cada asunto público en México y América Latina.
Más pliegos exigen más diversidad, y no únicamente en términos periodísticos, sino culturales. Gatopardo dedica una sección para el ensayo, la crítica y la poesía para explorar otras maneras del periodismo cultural. Sería un despropósito no reconocer que las dificultades económicas que enfrenta el periodismo son compartidas por quienes se dedican a la cultura. Ante el cierre de suplementos, Gatopardo les abre sus páginas.
Otra novedad es que la revista crece en tamaño: el nuevo impreso no tiene la apariencia de un objeto perecedero, queremos que forme una colección. Este formato es el adecuado para crear un archivo digno del mejor periodismo narrativo. Al respecto, el rediseño es particularmente oportuno para el fotoperiodismo, otra de las tradiciones que conservamos. Este año convocamos a un concurso de fotografía, “Historias de un mundo distinto”, para que los fotoperiodistas de América Latina pudieran mostrarnos las transformaciones que ha suscitado la pandemia en sus países. El ganador fue Daniel Jayo, elegido por un jurado de fotógrafos expertos, con un fotoensayo sobre las trabajadoras sexuales de la comunidad trans en Buenos Aires. Si Gatopardo ha apostado tanto al fotoperiodismo es porque creemos que la mirada, a través del lente de la región, debe cuestionar las realidades que vivimos.
En las primeras décadas del siglo XX, los latinoamericanos hemos aprendido una vez más que el periodismo crítico puede incidir en el futuro de las naciones. Los reportajes despiertan el interés por temas que parecen distantes a nuestra cotidianidad, pueden movilizar a la gente e incluso hacer virar el rumbo de la política. Día a día, los periodistas insisten en los asuntos más apremiantes: las desigualdades, la movilidad social y la pobreza; la corrupción y la impunidad; el narcotráfico; la falta de acceso a la justicia, a la educación y a la salud; la gravedad del cambio climático; la migración; la discriminación hacia mujeres, personas indígenas, afrodescendientes y la comunidad LGBT, entre otros. La urgencia de los reportajes nos sitúa en este mundo, nos compromete a tomar decisiones, nos solidariza con los demás.
En los regímenes democráticos que se mantienen en América Latina, también la transparencia es un principio fundamental. Para que exista, se necesita trabajo: ésta suele ser una de las labores principales de los periodistas; ellos la ejercen día con día para que los ciudadanos tengamos acceso a la información que debe ser pública. Los periodistas, entonces, hacen visible lo invisible: no me refiero únicamente a la información. Es responsabilidad de todos acercar las palabras, la cámara y el micrófono a la gente. Igual de importante es resaltar las historias que nos inspiran.
Finalmente, una pregunta sigue en el aire: ¿Quiénes son los lectores de Gatopardo? Todos aquellos interesados en los acontecimientos que afectan a los demás, quienes defienden la convivencia pública, los que creen que pueden mejorar el mundo que habitan y el que heredarán. Son ustedes.
Alejandro Legorreta
Presidente de Gatopardo
Un lugar para dormir tranquilas
Desde el 4 de septiembre, cuando el edificio de la CNDH quedó oficialmente tomado, la fotoperiodista Andrea Murcia ha pasado ahí todos los días para documentar lo que interpreta como una señal de que las mujeres están recuperando su lugar en la historia, por ellas y por las que ya no están.
Las consecuencias imprevistas del militarismo en México
Las fuerzas armadas de México, por decisión presidencial, se involucran cada vez más en las actividades que suelen desempeñar los civiles. Las consecuencias de esta transformación, variadas y ominosas, deben ser asumidas antes de que sean irreparables.
Los chicos por el futuro. La resistencia de una generación ante la crisis ambiental
Greta Thunberg provocó un huracán en América Latina, cuando cientos de jóvenes se movilizaron para exigir que empresas y gobiernos detuvieran el cambio climático. Ahora, en medio de la pandemia, nada detiene su resistencia enmarcada por el movimiento Jóvenes por el Clima. En medio de los incendios y de la contaminación más brutal, estos estudiantes se han convertido en interlocutores para el poder político en sus respectivos países, a la vez que claman por un mejor planeta.
El nuevo turismo: un acto de reciprocidad
Imaginar hoy un turismo comunitario resulta disruptivo porque, hasta ahora, siempre ha sido una industria depredadora de ecosistemas, de identidades socioculturales y recursos naturales. Sin embargo, hay proyectos que se están encaminando hacia la reciprocidad, sobre todo con las riquezas que el planeta ofrece.
Arte, oxígeno, futuro. La resiliencia del arte latinoamericano
Una mirada a las acciones, los debates y las iniciativas de colectivos y artistas que denuncian la importancia de la cultura para la igualdad y democracia en América Latina. Sin arte, no hay respuestas a los tiempos de crisis que enfrentamos.
Los Niños del Compost
Ésta es una fábula especulativa, un relato que propone una serie de futuros posibles y presentes inverosímiles pero reales. Nació en un taller de escritura en Cerisy, Francia, en el verano de 2013, en donde se pidió a los participantes fabular a un bebé y que lo acompañaran a través de cinco generaciones humanas. Ésta es la ficción de un mundo multiespecies que arranca en el año 2025.
Una Mesoamérica distópica
Imaginar un mundo sin capitalismo, colonialismo ni patriarcado. Un ejercicio así parece ir contra la noción misma de Mesoamérica, porque cualquier universo por construirse en el futuro está secuestrado por los mismos sistemas que nos oprimen en el presente.
Una nueva era para Gatopardo
Gatopardo, la revista que desde el año 2000 contribuye a crear y promover el periodismo narrativo en América Latina, inicia una nueva etapa con su edición 212. Las mejores crónicas en nuestro idioma se publican en sus páginas, escritas por autores que han ganado reconocimiento justo por ellas. ¿Hacia dónde, entonces, dirigir una publicación que se ha distinguido por formar una tradición próspera en el periodismo de nuestra región?
Cocinar en la nube
La pandemia fue democrática. Sin importar el nivel de experiencia, ya fueran chefs o amateurs, los cocineros tomaron la decisión de transformar su hogar en un concepto o tendencia —los dark kitchens o restaurantes fantasma—, y proyectos como Fluffs Bakery o Kimchi Mamá Park, entre un sinfín de ideas y sabores, vieron la luz. Cada historia es distinta, pero hay algo en común en todas ellas.
Mirar nuestra muerte: Ser mujer perito en México
Un día en la fiscalía para feminicidios, en una ciudad donde una mujer es asesinada cada cinco días, en un país donde se cuentan 10 feminicidios al día. La criminalidad deja sin descanso a los equipos forenses conformados por mujeres. ¿Cómo logran observar el dolor y desentrañar las cifras?; ¿cómo tomar distancia sin perder la empatía?; ¿qué hacer con la desigualdad laboral frente a sus pares hombres?; y ¿qué hacer con el peligro latente de ser mujer en este oficio? Éstas son las preguntas que ellas encaran día con día.
Hongos: principio y fin
Sin los hongos y sus carreteras de plasma, y sin el ciclo de nutrientes que ponen en marcha al degradar y hacer recircular todo aquello que alguna vez estuvo vivo, simplemente no podría existir todo lo demás; no habría bosques ni selvas, humedales ni manglares, páramos, pastizales y, por ende, tampoco los animales y bacterias que ahí habitan. Son el principio y el fin, por decirlo de otra manera.
Un cambio de aires
Gatopardo presenta esta selección de diseño con piezas de Taller Nacional, Arudeko y Colección Estudio —nuevos jugadores en el diseño mexicano— en un contexto atípico: las sacamos a las praderas y pastizales, creamos un entorno especial y abrimos las habitaciones a cielos azules. Después de tanto tiempo encerrados, también los muebles merecen libertad.
Un mundo sin escuelas. El ingenio de los maestros para seguir educando
Cuando se convirtieron en sinónimo de peligro y contagio, las escuelas tuvieron que cerrar. Millones de niños y niñas no pudieron seguir la educación en línea y quedaron a la deriva. La pandemia vino a resaltar las viejas grietas de América Latina: las desigualdades sociales, las distancias económicas y la brecha digital. Pero hubo maestros que con ingenio y organización no dejaron solos a sus alumnos. Éstas son historias de heroicidad de quienes, a pesar de todo, siguieron ejerciendo su oficio: la enseñanza.
La cuarentena más difícil: trabajadoras sexuales, trans y migrantes
Crudo, sensible y honesto, este trabajo, merecedor del 1er lugar del concurso de fotografía "Historias de un mundo distinto", iluminó más que cualquier otro una de las caras más oscuras de la pandemia, la sombra en la que viven quienes, mucho antes de esto, ya sufrían discriminación, violencia y marginación. Este año vieron apagarse su única de fuente de ingresos para quedar en un completo abandono.