El vértice es el lugar donde coinciden las líneas que forman un ángulo, es el lugar donde se unen las perspectivas. Es por ello que una de las iniciativas más transgresoras de la oferta cultural de la UNAM lleva ese nombre.
Este será el segundo año en el que se lleva a cabo el Festival Vértice. En esta edición, Juan Ayala junto con su equipo curatorial, reunieron a artistas nacionales e internacionales con propuestas experimentales y vanguardistas que retan al espectador a salirse de la zona de confort y que retan al arte mismo a voltear a nuevos lugares. “La experimentación artística es muy importante para abordar los nuevos lenguajes o básicamente romper las estructuras y cánones anteriores, para abrir paso a los nuevos lenguajes y poder generar interacción entre distintas disciplinas”, dice Ayala, Secretario Técnico de Planeación y Programación de Cultura UNAM.
Las disciplinas seleccionadas para integrar la segunda edición del Festival Vértice son literatura expandida, teatro experimental, danza contemporánea, música contemporánea, voz experimental y ópera contemporánea. Además hay una programación especial dedicada a proyectos transdisciplinares, es decir, piezas que conjugan más de una forma de arte para obtener un discurso nuevo, actualizado con el presente, que continuamente exige que los mundos se vinculen. El resultado son 120 actividades que sucederán a lo largo de un mes, del 10 al 28 de octubre en el Centro Cultural Universitario, y después de una pausa por las festividades del día de muertos, reanudan del 7 al 11 de noviembre en la Casa del Lago.
El festival inaugurará con la ópera Luciérnaga, con un texto de Silvia Peláez y música de Gabriela Ortiz. Ésta cuenta la historia de Alcira, la poeta que se escondió en los baños de la Torre de Humanidades la noche que el ejército mexicano invadió la UNAM el 18 de septiembre de 1968. La historia, que realmente sucedió, es utilizada para reflexionar sobre lo ocurrido hace ya 50 años. Ortiz “construye un universo sonoro, sutil y poderoso, mediante la experimentación, la electroacústica y una instrumentación contemporánea y universal”, que se expresa a través de la voz de la joven soprano Cecilia Eguiarte.
De la sección de música contemporánea, uno de los muchos actos que valen la pena, es Bang on a Can. Este icónico ensamble neoyorquino ha transformado la manera de percibir la música de cámara. “Tienen una serie de propuestas artísticas muy frescas, muy actuales, muy controversiales en algunos casos, pero sobre todo es una banda que tiene grandísimos éxitos”, cuenta Ayala al hacer su recomendación. Algunos de los artistas que han hecho composiciones para este ensamble son Michael Gordon y Julia Wolfe, además de que también interpretarán piezas de Philip Glass, Steve Reich y David Lang. Además estrenarán la nueva obra del joven compositor mexicano Josué Collado.
Para Danza, The Cult of Personality es una de las propuestas más interesantes. Arturo Fuentes, el compositor y director de escena, se plantea la pregunta “¿qué pasa con nuestra identidad al entrar en contacto con las redes sociales y la tecnología digital?”. En esta pieza, Fuentes vuelca todas su experiencia musical para representar la red, este lugar inexistente en el que hemos perdido nuestra personalidad, y lo hace a través de dos cuerpos que siguen una coreografía experimental y vanguardista diseñada por Eva y Anna Müller.
El espectáculo del 28 de octubre a las 6:00 de la tarde será de Sarah Maria Sun, una soprano que es considerada una de las intérpretes más importantes de música contemporánea en el mundo, debido a su capacidad vocal y sus dotes histriónicas. Se ha presentado en las casas de ópera más importantes del planeta, y en esta ocasión interpretará obras de Mauro Lanza, Tania Rubio (un estreno mundial) y Dieter Schnebel, acompañado de las percusiones de Johannes Fischer.
En teatro, el Festival Vértice tiene dos propuestas más tradicionales, tituladas De algún tiempo a esta parte, de Max Aub y Yo no estoy loca (basada en hechos reales). Además, también se presentará una pieza de conferencia performática y teatro experimental que cuenta la historia de un chico enamorado de otro al que vio dos veces y con el que nunca habló. Se titula Leibeszauber: amor brujo. Conferencia sobre amor e internet y es una obra sobre el amor no correspondido que tiene como escenarios Facebook, Twitter, Instagram y Tumblr. Una obra inspirada en un diario hecho por Miguel Bonneville durante una residencia en Barcelona.
Los proyectos transdisciplinares incluyen: Backett transdisciplinar, el encuentro transdrama y el encuentro transmedia. Estas tres iniciativas promueven la reflexión con invitados expertos para que den su visión sobre las dimensiones de artistas actuales. En el caso del encuentro transdrama, la idea es abordar narrativas dramatúrgicas no líneales, y en transmedia, mezclar diversas herramientas, ya sean sonoras, audiovisuales, plataformas digitales, etc, y entender cómo el tránsito entre ellas detona una nueva forma de expresión y conceptualización. Todas estas presentaciones, junto con las charlas, clases magistrales, talleres, proyecciones filmográficas y demás muestras experimentales y vanguardistas se pueden consultar en el programa descargable.
Este festival es la iniciativa que invita al público, pero también a los artistas, a romper las barreras. “La vanguardia asume nuevas convenciones, rompe con las convenciones inmediatas y logra darle al arte una cierta evolución en el lenguaje y en el estilo. Este es el planteamiento que se asume de manera sólida en este festival”, explica Ayala.
Centro Cultural Universitario: 10 al 28 de octubre
Casa del Lago: 7 al 11 de noviembre
Boletos